A lo largo de todo el ciclo educativo de una persona, ésta aprende cuestiones que son básicas para desenvolverse en el día a día. Sin embargo, hay algunos temas que todavía están fuera del currículum académico y que sería importante incluir, como ocurre con la educación financiera.
En un entorno cambiante como en el que vivimos, es importante que las nuevas generaciones estén bien formadas y tengan amplios conocimientos sobre materias clásicas como la filosofía y nuevas como la robótica. Pero quizá haya llegado el momento de plantearse la introducción de otras materias también básicas como las relacionadas con la economía y las finanzas el manejo del dinero y la gestión de la economía personal y familiar.
¿Qué es la educación financiera?
Es aquella formación que va destinada a que las personas sean capaces de entender cómo funciona el dinero y cuál es la mejor manera de gestionar las finanzas personales y familiares para garantizarse así una buena calidad de vida no solo ahora, sino también en el futuro.
Amplio margen para la mejora
El 1 de octubre es el Día de la Educación Financiera, y con motivo de su celebración se llevó a cabo una encuesta que ha puesto de relieve lo poco que los ciudadanos de a pie saben sobre este tema.
Es una realidad que la gran mayoría de la población no conoce el significado ni la implicación de conceptos básicos de la economía como TAE o interés compuesto. No se trata de complejos temas macroeconómicos, sino de términos microeconómicos que afectan a nuestra economía día a día y que, por tanto, deberíamos conocer.
Saber gestionar las finanzas básicas es esencial para evitar problemas económicos, pero más del 40 % de los adultos no tienen conocimientos suficientes en esta materia. Y si prestamos atención a los más jóvenes la cosa tampoco mejora, la mayoría de ellos no llegan a tener ni siquiera unos conocimientos básicos sobre finanzas.
Consecuencias de la falta de educación financiera
En una sociedad capitalista el escenario actual resulta esencial saber manejar bien las finanzas. La situación económica de una persona puede cambiar muy rápido y hay que estar preparados para dar respuesta a esos cambios.
Si no se tienen unos mínimos conocimientos de finanzas los problemas pueden agravarse rápidamente al no saber gestionar de forma adecuada la economía doméstica.
Ejemplos de las nefastas consecuencias de una insuficiente educación financiera los encontramos a diario. Todos conocemos a la típica persona que vive siempre inmersa en deudas y que ha entrado en un ciclo de pedir créditos para cubrir otros préstamos, de forma que al final nunca termina de pagar y siempre le falta dinero.
No tener conocimientos de finanzas nos afecta ahora, pero también de cara al futuro. El nivel de ahorro de las familias está bajando, y no solo porque disponen de menos recursos económicos, también por la falta de información sobre diferentes métodos de ahorro y de inversión que les ayuden a tener un pequeño colchón económico que pueda servir de apoyo en el futuro.
Buscando remedio a la falta de educación financiera
En ABANCA existe la plena convicción de que es fundamental que tanto jóvenes como adultos se formen en finanzas, por lo que la entidad ha puesto en marcha diferentes actividades de formación centradas en este tema desarrolla desde 2015 un completo programa de educación financiera que incluye un amplio abanico de actividades en el que hay acciones formativas dirigidas a públicos muy diferentes, desde escolares de Educación Primaria hasta el colectivo de personas mayores.
Un buen ejemplo de las iniciativas dirigidas al público infantil y juvenil es la segunda edición del programa Segura-Mente ABANCA, que tiene como objetivo ayudar a escolares de entre 8 y 16 años a entender conceptos como la prevención y el funcionamiento de determinados productos como los seguros, a través de actividades entretenidas y dinámicas en las que la gamificación es la protagonista. que promueve la formación en finanzas y economía de jóvenes de entre 8 y 16 años desde un punto de vista entretenido y dinámico, con la gamificación como protagonista.
Otro ejemplo es ABANCA Young Business Talents, un programa que permite a los jóvenes preuniversitarios vivir en primera persona la experiencia de gestionar una empresa y comprobar cómo cada decisión que se toma tiene una influencia real en la evolución del negocio, que pretende dar a conocer a los jóvenes preuniversitarios todo lo que implica la gestión de una empresa, fomentando así también el espíritu emprendedor entre las nuevas generaciones.
Con un esfuerzo por parte de las entidades y un mayor interés una mayor concienciación de la ciudadanía por parte de los ciudadanos, la educación financiera puede convertirse en algo realmente práctico que beneficie a toda la sociedad. y de lo que todos podemos obtener un beneficio.
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