La protección de la biodiversidad, un reto inaplazable para el futuro del planeta y de las personas

El cuidado de la biodiversidad y los ecosistemas es una responsabilidad compartida en la que todos los actores, tanto públicos y privados como la ciudadanía, pueden y deben participar. Y también las empresas, cada una desde su ámbito de especialidad, tienen mucho que decir al respecto. Como parte de Veolia, referente mundial de la transformación ecológica con soluciones en agua, energía y residuos, Agbar representa todo un hub de conocimiento del agua, lo que le permite reforzar sus actividades  con servicios de gestión integral del ciclo integral del agua y de preservación del medioambiente. 

Agbar suministra agua a 13 millones de personas y presta servicio en más de 1.100 municipios en España. La compañía se apoya en la innovación, la digitalización y el impulso de las alianzas para fomentar el desarrollo de soluciones de mitigación y adaptación al cambio climático, así como modelos respetuosos y responsables con el clima y el entorno, basados en la preservación de la biodiversidad y la economía circular, para avanzar en la transformación ecológica. El objetivo de estas soluciones es actuar para mejorar el futuro de las personas gestionando de forma sostenible los recursos hídricos. Es la forma en la que la compañía del grupo Veolia se compromete con la preservación y el cuidado de los ecosistemas naturales, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 15 de Naciones Unidas “Vida de ecosistemas terrestres”.

Agbar se apoya en la innovación, la digitalización y el impulso de las alianzas para fomentar el desarrollo de soluciones de mitigación y adaptación al cambio climático

Naturalización de las instalaciones

Una de las estrategias de la empresa para la preservación de los ecosistemas consiste en naturalizar las instalaciones gestionadas para que estén completamente integradas en su entorno natural y favorezcan sus funciones ecológicas y la biodiversidad. Para lograr esta transformación de las instalaciones en auténticas infraestructuras verdes, la compañía adopta diferentes medidas como el cálculo de la huella ecológica, la implantación de planes de acción de biodiversidad, la eliminación del uso de fitosanitarios o la incorporación de protocolos de actuación para luchar contra las especies exóticas invasoras. En relación a este último punto, Agbar ofrece formación especializada para sus empleados, que disponen de una herramienta de desarrollo propio, BiObserva STOP-invasoras, que les permite realizar un control de especies de flora invasora en las instalaciones. 

Una de las estrategias de la empresa para la preservación de los ecosistemas consiste en naturalizar las instalaciones gestionadas para que estén completamente integradas en su entorno natural

Además, en 2024 Agbar ha implantado la Carta de espacio verde biodiverso, con el soporte del Comité Francés de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para Veolia y adaptada para las instalaciones en España. Esta carta cuenta con 10 compromisos y un conjunto de acciones en cada uno de ellos que se calendarizan en un plan de acción y sobre el que se realiza un seguimiento anual.

Ejemplos de naturalización

Un ejemplo de naturalización de instalaciones está en la planta potabilizadora de Sant Joan Despí. Ubicada en el área metropolitana de Barcelona junto al río Llobregat, en ella se ha creado una reserva de mariposas y de 42 especies florales, además de instalarse hoteles de insectos, cajas-nido para rapaces nocturnas, murciélagos y aves, así como refugios para erizos y anfibios. 

Por su parte, en las depuradoras de Olot y Sant Joan de les Fonts, en la comarca gerundense de La Garrotxa (Girona), se han creado dos jardines de mariposas y se ha disminuido la periodicidad de siega de las zonas herbáceas, creando así prados floridos y herbazales que favorecen a los polinizadores y mejoran la biodiversidad del entorno. También se han incorporado elementos naturales y refugios para favorecer a distintos grupos faunísticos, como aves, murciélagos, insectos descomponedores de madera e invertebrados y reptiles.

En la depuradora de Cabezo Beaza (Cartagena), además de limpiar el agua, Agbar contribuye a la conservación de la biodiversidad gracias a las lagunas artificiales que sirven de refugio a más de 30 especies de aves acuáticas, entre ellas la malvasía cabeciblanca, un peculiar pato buceador con una población muy escasa y localizada que en España estuvo a punto de desaparecer en la década de los años setenta del pasado siglo. 

Soluciones basadas en la Naturaleza 

La Comisión Europea define a las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) como “soluciones inspiradas y respaldadas por la naturaleza, que son rentables, proporcionan simultáneamente beneficios ambientales, sociales y económicos, además de ayudar a crear resiliencia favoreciendo la biodiversidad”. Siguiendo esta línea de pensamiento, Agbar apuesta por las SbN como estrategia de adaptación al cambio climático que permite aumentar la resiliencia y frenar la pérdida de biodiversidad. Entre sus proyectos, destaca la gestión de los humedales artificiales de depuración de Illa de Mar y de l’Embut, en el Delta del Ebro, una zona de alto interés ornitológico que ofrece espacios idóneos (refugios, zona de alimentación y nidificación) para la observación de aves, algunas de ellas amenazadas, paseos naturalistas y educación ambiental. 

Incorporación de la biodiversidad en las ciudades

Agbar incorpora también las soluciones basadas en la naturaleza para la gestión del ciclo del agua en las zonas urbanas. Su objetivo es contribuir a que las ciudades sean más resilientes al cambio climático y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía a la vez que se favorece la biodiversidad urbana. El parque La Marjal en Alicante, una zona de ocio inundable, creada para retener las aguas pluviales y mitigar así las inundaciones en la ciudad durante episodios de lluvias torrenciales; o el parque El Recorral de Rojales (Alicante), en el que se han construido 5 lagunas artificiales naturalizadas para evitar vertidos en momentos de lluvia torrencial, y que permiten almacenar y distribuir agua regenerada procedente de la depuración, son ejemplos de esta línea de actuación. 

Concienciación ambiental 

Finalmente, Agbar fomenta una cultura para la conservación del medio ambiente a través de la sensibilización y concienciación de sus trabajadores y las comunidades locales sobre el buen uso y cuidado del agua y del medio ambiente. Lo hace a través de campañas y programas educativos como BiObserva Voluntariado. Esta iniciativa, implantada en 90 instalaciones y en la que colaboran más de 270 trabajadores voluntarios de la compañía, contempla la observación de las especies de avifauna en los centros de trabajo y su registro en una app o en una plataforma web de acceso público. Las más de 145.000 observaciones recogidas hasta la fecha permiten conocer la calidad ambiental de las instalaciones, además de ser compartidas en el Sistema Global de Información sobre Biodiversidad (GBIF), una red internacional de infraestructura de datos financiada por los gobiernos para ofrecer acceso abierto a datos de biodiversidad.