Para Luciano García Carrión, vicepresidente de Grupo García Carrión, el fragmento de texto de su tarjeta de visita que más orgullo le hace sentir no es el que explicita su cargo en el organigrama de una de las mayores empresas familiares de España, sino las dos palabras que figuran a continuación de su nombre: “quinta generación”. Y es que, como él mismo dice: “para un bodeguero esa larga tradición familiar es muy importante”.
El directivo de la que es la primera bodega de Europa y la cuarta del mundo, con una facturación de 941,8 millones de euros en 2021, dijo estas palabras en el transcurso de un encuentro celebrado en el Hub de Innovación de Empresas de Banco Sabadell, dentro de la serie de Historias Inspiradoras que el banco está celebrando de la mano de algunos de sus clientes más emblemáticos.
Referente mundial
En esta ocasión, la cita ha sido con Grupo García Carrión, todo un referente del vino español con presencia en 156 países y marcas icónicas como Don Simón, Pata Negra, Viña Arnaiz, Marqués de Carrión o Jaume Serra. Una compañía que a lo largo de sus más de 130 años de historia siempre se ha caracterizado por su espíritu inquieto e innovador, clara vocación internacional, foco en el cliente y una mirada sostenible sustentada en más de 40.000 agricultores.
Historia
Esas raíces muy pegadas a la tierra son una de las grandes señas de identidad de Grupo García Carrión. Unas credenciales que se remontan mucho antes de la creación de la empresa. “Nuestra familia se dedica a la agricultura desde hace 500 años. Los García Carrión no hemos hecho otra cosa más que dedicarnos a los árboles frutales. En 1870 mi tatarabuelo ya vendía barriles de vino por toda Murcia, Almería y la Mancha”, señala Luciano García Carrión.
En 1890 se produce un punto de inflexión, cuando una plaga de filoxera de la vid arrasa por completo la producción de la que entonces era la indiscutible potencia mundial del vino: Francia. “En aquel momento se abre una oportunidad para que vinateros españoles en La Rioja, en el Penedés o, en nuestro caso, en Jumilla den un paso al frente y levanten las primeras grandes bodegas de nuestro país”, apunta el representante de la quinta generación de García Carrión.
Internacionalización
Desde entonces, García Carrión no ha dejado de crecer, siempre con un ojo puesto en el mercado nacional y otro más allá de nuestras fronteras. “En los años 70 mi abuelo ya vendía en África. Para nosotros es muy importante salir fuera, porque además creemos firmemente que los productos españoles son un caballo ganador en los mercados internacionales”, afirma el actual número 2 del Grupo.
Hoy, esta empresa originaria de Julilla (Murcia) está presente en los cinco continentes y cuenta con equipo propio en los 20 principales mercados del vino. Totalmente asentada en el panorama europeo, la familia García Carrión tiene en Estados Unidos, China, México, Japón o Nigeria algunos de sus principales mercados destino.
García Carrión está presente en los cinco continentes y cuenta con equipo propio en los 20 principales mercados del vino
Innovación constante
La innovación es otro rasgo distintivo de una empresa que ya era disruptiva cuando nadie utilizaba esa palabra. En los años 80 revolucionó el mercado del vino al llevar a los supermercados el primer vino envasado en tetra brik. Una ‘osadía’ que levanto algunas ampollas entre los ‘puristas’, pero que muy pronto se ganó a los consumidores. “Dos años después de su lanzamiento Don Simón ya era la marca de vino más vendida de España”, destaca este empresario.
Lejos de relajarse tras aquel éxito de ventas, la empresa siguió rompiendo moldes diversificando con nuevos productos, como el zumo, también bajo el paraguas de la marca Don Simón. “El consumo de zumo comenzaba a crecer mucho en Europa y nosotros, que éramos agricultores, nos metimos en ese mercado”. Después llegaron el gazpacho, las cremas, los caldos y otros muchos productos. “Siempre hemos tenido la inquietud de sorprender al consumidor, y con ese objetivo cada trimestre estamos sacando alrededor 10 productos nuevos al mercado”, explica Luciano García Carrión. Y es que, apostilla, “las empresas que no innovan mueren.”
Sostenibilidad
La sostenibilidad es un factor que parece que ha llegado hace poco tiempo a las agendas empresariales. Sin embargo, para una empresa pegada a la tierra ese componente natural siempre ha formado parte de su personalidad. “Tenemos una tradición agrícola de muchos siglos y eso se refleja en nuestro amor por la calidad, los productos cien por cien naturales y el trabajo junto a nuestros 40.000 agricultores”, argumenta García Carrión. Además, el hecho de estar en todo el mundo les ha permitido aprender de los grandes maestros en este campo: “los británicos, los japoneses, los escandinavos… Trabajamos para lograr los cero residuos y cero emisiones contaminantes en todas nuestras plantas”.
Trabajamos para lograr los cero residuos y cero emisiones contaminantes en todas nuestras plantas" (Luciano García Carrión)
Empresa familiar
Tras 25 años en el sector, Luciano García Carrión se considera un “evangelista del vino” que ha tenido la oportunidad de aprender el oficio desde abajo, pasando por prácticamente todos los departamentos de la empresa. Es una de las muchas ventajas que este profesional de la alimentación le encuentra a la empresa familiar frente a las multinacionales. “En general, hay una mayor proactividad y agilidad en la toma de decisiones. Y hoy en día la agilidad es un factor determinante en cualquier mercado”, subraya.
Talento
Unas ventajas que también se extienden al millar de profesionales que en la actualidad trabajan en el Grupo. “Las personas son las que marcan la diferencia. García Carrión es una gran familia de 1.000 compañeros que compartimos una misma pasión por lo que hacemos. Tenemos un equipo muy profesional, muy ejecutivo y muy ágil, empezando por el comité de dirección”. ¿Las claves del éxito de la empresa? “Rodearse de los mejores, mucho trabajo en equipo, agilidad, pasión y actitud… La actitud lo es todo en la vida”, resume.
Marketing y ventas
¿Quién no recuerda el “voy a comer con Don Simón? Con una clara vocación comercial y una orientación muy marketiniana, García Carrión se considera una empresa que busca la visibilidad “por tierra, mar y aire”, Una cultura que buscan también en sus colaboradores. “Cuando vamos a otros mercados queremos a los mejores partners especialistas, pero, eso sí, con una condición irrenunciable: que tengan una gran actitud y mucha hambre de vender”, expone el murciano.
Cuando llegamos a un nuevo mercado buscamos partners con una gran actitud y hambre de vender" (Luciano García Carrión)
¿Nuevos retos? Siempre. “Las bodegas tenemos una asignatura pendiente, que es atraer a nuevos consumidores más jóvenes”. Y en cuanto a la crisis actual que vive el mundo a nivel energético, inflacionista o bélico, lo que en García Carrión han denominado “una tormenta perfecta”, su respuesta ha sido “ser más flexibles y trabajar con planes de contingencia y trajes a medida para ofrecer soluciones a cada caso. Estamos hablando mucho con nuestros proveedores y con nuestros clientes, y eso es muy positivo”.
¿Que cuál es el secreto del éxito profesional? Luciano García Carrión lo resume en una frase que él se dice a sí mismo al finalizar cada jornada: “mañana más y mejor”.
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