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La mamografía 3D eleva la lucha contra el cáncer de mama a otra dimensión

Un 80% de las mujeres españolas de entre 50 y 69 años cumple rigurosamente con sus mamografías rutinarias para la detección precoz del cáncer de mama, según datos del Ministerio

Un 80% de las mujeres españolas de entre 50 y 69 años cumple rigurosamente con sus mamografías rutinarias para la detección precoz del cáncer de mama, según datos del Ministerio de Sanidad. Unos datos que, sin duda, muestran el compromiso que existe con los programas preventivos del cáncer más común entre las mujeres, y el segundo incidencia a nivel mundial.

El uso de estas técnicas de imagen para analizar la glándula mamaria ha sido clave para reducir la mortalidad en España de estos tumores, hasta el punto de que la tasa de curación se eleva ya por encima del 80 por ciento. Además, su uso es determinante tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de las llamadas ‘largas supervivientes’, que por fortuna cada vez son más. Permite detectar recaídas o segundos tumores, y evaluar posibles secuelas o complicaciones derivadas del tratamiento.

No obstante, pese a este éxito, las mamografías convencionales aún tienen algunos aspectos de mejora, ya que resultan molestas para las mujeres (se debe comprimir la mama para tomar la imagen) y suelen generar ansiedad, dado que a veces se debe repetir la prueba ante la duda de si lo que ve el especialista es o no un tumor. Esto se debe a que la imagen que toman es bidimensional y, además, se proyecta desde una mama comprimida, lo que superpone los tejidos sanos a las posibles lesiones tumorales, ocultándolas o dificultando su detección.

La tomosíntesis descubre un 40% más de tumores que la mamografía digital

Pero afortunadamente la investigación en tecnología sanitaria ha dado no hace mucho con un nuevo procedimiento de diagnóstico por imagen del cáncer de mama que suprime o reduce considerablemente estos inconvenientes. Se trata del denominado mamógrafo digital con tomosíntesis, que fue aprobado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) hace apenas siete años y que hoy ya se utiliza en todo el mundo, también en España, aunque con una penetración todavía menor que los mamógrafos convencionales.

Los resultados acumulados durante estos años parecen contundentes: “Se ha demostrado que la tomosíntesis descubre un 40% más de tumores que la mamografía digital”, afirma el doctor Vicente Martínez de Vega, jefe de Servicio de Diagnóstico por la Imagen del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, centros dotados con esta tecnología.

El principal avance de la tomosíntesis es que refleja fielmente la estructura mamaria al incorporar el 3D. Para conseguir una imagen tridimensional, realiza entre 15 y 25 proyecciones o tomas con diferentes angulaciones entre sí, ya que el cabezal móvil gira en forma de arco sobre el seno. Estas imágenes son posteriormente reconstruidas en series de finos cortes de alta resolución y de 1 milímetro de espesor, que posteriormente pueden ser reproducidos de modo individual o en modo dinámico (como una película). “La reconstrucción en 3D de estas imágenes ofrece mayor sensibilidad, que se traduce en una mayor eficacia en la detección de patologías mamarias", explica el doctor Martínez de Vega.

Mamógrafo digital.

La tomosíntesis también supera otra de las debilidades de la mamografía convencional: la superposición de estructuras glandulares normales y patológicas, que en ocasiones impide una evaluación correcta de las imágenes. “Cuanto más densa sea la mama, más difícil es para la mamografía la detección de lesiones y más útil resulta la tomosíntesis; también en la localización de los tumores más pequeños, ya que la ausencia de superposición de imágenes facilita que se aprecien las lesiones con mayor claridad cuando el tumor está iniciando su desarrollo”, que es justamente su objetivo primordial: la detección precoz.

Con la mamografía digital la radiación que recibe la paciente es un tercio inferior a la que recibiría al someterse a una mamografía convencional

Además, durante estos siete años la mamografía digital con tomosíntesis ha logrado reducir la cantidad de radiación necesaria, en comparación con los primeros modelos comercializados. A pesar de aumentar el número de imágenes que toma de la mama y de incrementar exponencialmente su resolución, “la radiación que recibe la paciente es un tercio inferior a la que recibiría al someterse a una mamografía convencional”, destaca el especialista de los hospitales Ruber Juan Bravo y Quirónsalud Madrid.

Un avance significativo en el diagnóstico que, según reconoce el doctor Martínez de Vega, puede equipararse al que supuso para los rayos X cuando llegó la tomografía computarizada. El paso a otra dimensión.

 

 

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