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Una nueva vida para las aguas residuales

La regeneración de las aguas residuales reporta beneficios medioambientales en una doble vertiente: contribuye a mejorar la calidad de los ríos y alivia la presión sobre los embalses, contribuyendo a una gestión más racional y sostenible del agua potable

El agua es esencial para la vida, y por esa razón es fundamental cuidarla. Cuidar el consumo que se hace de ella, para no desperdiciarla; y cuidar la calidad de la misma, para tratar de aprovecharla al máximo.

En un mundo en el que la economía circular y el reaprovechamiento de los recursos naturales se han convertido en una prioridad para el cuidado del medioambiente, la regeneración de aguas residuales para su posterior reutilización es una de las grandes apuestas de presente y futuro para hacer un uso más sostenible de este bien valioso y escaso.

En esa búsqueda de un fluir en clave circular del agua, el Canal de Isabel II, la empresa pública encargada de gestionar el ciclo urbano del agua en la Comunidad de Madrid, lleva desde el año 2007 desarrollando un ambicioso plan de regeneración con el que da una segunda oportunidad a las aguas residuales.

En palabras de Paloma Martín, presidenta de la empresa, “Canal es una empresa pública comprometida con el medioambiente que depura el 100% de las aguas residuales para ser devuelta a los ríos de la Comunidad de Madrid en las mejores condiciones y mejorar la calidad de sus cauces. Pero, además, parte de esa agua se somete a un tratamiento específico donde obtenemos agua regenerada de primera calidad, que se utiliza para riego de parques y jardines”. De esta forma, la entidad pone en valor la importancia de la regeneración del agua para preservar el agua potable y cuidar el medio ambiente.

Parque de agua regenerada.

¿Cómo se le da una segunda vida al agua?

El proceso da comienzo en los hogares, los comercios, las industrias y los servicios públicos madrileños, donde el agua residual producto de los consumos cotidianos llega hasta el alcantarillado y, a través de su red, a las estaciones depuradoras. Una vez allí, esta agua residual es sometida a unos complejos procesos de saneamiento que permiten devolverla a los ríos o arroyos en condiciones óptimas para el medio ambiente.

Depuramos el 100% de las aguas residuales para ser devuelta a los ríos de la Comunidad de Madrid en las mejores condiciones y mejorar la calidad de sus cauces" (Paloma Martín, presidenta de Canal de Isabel II)

Después de este primer paso, un siguiente nivel que incrementa la eficiencia del proceso consiste en someter a las aguas resultantes a un tratamiento especial o “tratamiento terciario” que Canal de Isabel II tiene en muchas de sus depuradoras. Por medio de este proceso, la calidad del agua resultante es tal que resulta apta para usos no relacionados con el consumo humano, como el baldeo de calles, el riego de parques públicos o campos de golf e, incluso, para usos industriales a través de iniciativas de colaboración pública-privada. Un ejemplo de ello es la papelera International Paper, que ya está produciendo papel reciclado a partir de agua regenerada que le suministra Canal de Isabel II desde el tratamiento terciario de Arroyo Culebro Cuenca Media-Alta.

La producción de agua regenerada ofrece grandes posibilidades de valor añadido a la gestión de recursos naturales de la región, al contribuir significativamente al incremento neto de la disponibilidad de agua natural en el territorio. Sobre todo, su uso permite no tener que recurrir a agua potable para este tipo de usos no vinculados al consumo humano, lo que supone un ahorro de más de 160 millones de metros cúbicos de agua potable desde el año 2007, el equivalente al volumen de cuatro de los cinco embalses que regulan la cuenca del Lozoya: Pinilla, Riosequillo, Puentes Viejas y El Villar. 

La producción de agua regenerada ha permitido el ahorro de 160 millones de metros cúbicos de agua potable desde el año 2007

En la actualidad, Canal de Isabel II cuenta con 33 plantas para la producción de agua regenerada, que se distribuye a través de una red de más de 700 kilómetros por toda la región. Gracias a estas infraestructuras, en 2021 Canal de Isabel II batió su récord histórico de suministro de agua regenerada para reutilización: 16,08 hectómetros cúbicos de agua regenerada para los 26 municipios madrileños que cuentan con este servicio, incluida la capital, un 22 % más que en 2020. Un volumen que sigue creciendo y que en la actualidad permite el riego de cerca de 3.000 hectáreas de terreno, incluyendo 414 parques y zonas verdes de la región y 11 campos de golf.

El riego es una de las aplicaciones del agua regenerada.

Agua regenerada para cuidar nuestros ríos

El agua regenerada cumple otra importante función al margen del uso que se da para distintas actividades industriales: mejorar la calidad ambiental de los cauces. Desde 2017, Canal de Isabel II aprovecha al máximo su capacidad de producción de agua regenerada para nutrir a los ríos madrileños con ella. Solo el pasado año, la entidad vertió 104,21 millones de metros cúbicos de agua regenerada a los ríos madrileños, lo que supone un 22,3% del total de agua devuelta a los ríos tras pasar por las estaciones de depuración de agua residual.

En total, la producción de agua regenerada en Canal de Isabel II en 2021 ascendió a más de 120 hectómetros cúbicos, lo que equivale prácticamente al volumen del embalse de Valmayor, el segundo mayor de la región.

Un agua que, gracias a este tratamiento adicional, recibe una nueva vida, bien para utilizarse en riegos o baldeos, bien para aliviar la presión sobre los embalses, contribuyendo a una gestión más racional y sostenible del agua potable.

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