Branded Content

Playas y rincones singulares del litoral de Andalucía

Las playas andaluzas destacan por sus parajes incomparables, sus playas vírgenes y sus rincones desconocidos que hacen de su litoral un destino idóneo durante todo el año

  • Dunas de las playas de Doñana.

El litoral andaluz, el más extenso de España, está plagado de playas vírgenes, grandiosos acantilados, marismas llenas de vida y un mundo submarino rico y desconocido. Desde la Costa de Almería, hasta la Costa Tropical granadina, la Costa del Sol en Málaga o la Costa de la Luz de Cádiz o la Costa de la Luz de Huelva, las costas de Andalucía conforman un rico y variado patrimonio natural repleto de oportunidades para que el visitante disfrute de un festín de sol, kilómetros y kilómetros de arenas blancas, calas recónditas, deportes náuticos, parajes incomparables, gastronomía y múltiples servicios durante todo el año. Estas son algunas de las joyas ocultas del litoral andaluz:

Playas desconocidas

Los casi mil kilómetros que abarca el litoral andaluz también están cuajados de infinidad de pequeñas playas recónditas y casi secretas, ideales para perderse deliberadamente del mundo. Playas como las de Cantarriján en La Herradura (Granada) o La Viborilla en Benalmádena (Málaga), ambas nudistas y de menos de 400 metros de longitud, o la aún más pequeña (250 metros) cala de la Rijana, en Gualchos (Granada).

Algunas de estas playas se encuentran en enclaves privilegiados de difícil acceso, lo que incrementa la sensación de aventura que inunda al visitante que se adentra en sus blancas arenas y aguas cristalinas. Y también garantiza la tranquilidad de no verse rodeado de un enjambre de bañistas. Muchas de las espléndidas playas de cabo de Gata, por ejemplo, suelen tener muy poca afluencia, precisamente por la dificultad que entraña llegar hasta ellas, con caminatas de varios kilómetros por caminos de tierra. Un pequeño peaje que vale la pena pagar para disfrutar de estos auténticos paraísos en miniatura.

Cala de la Rijana, en Gualchos (Granada).

Acantilado del Asperillo

En Allamonte (Huelva), entre Matalascañas y Mazagón, se encuentra una de las formaciones costeras más singulares de la Península Ibérica. El acantilado del Asperillo es un sistema de dunas fósiles de más de 100 metros de altura, y que es la formación costera de este tipo más alta de Europa. Se ha ido formando a lo largo de casi 15.000 años como resultado de la sedimentación de múltiples capas de arenas de origen eólico y aluvial, material orgánico y otros materiales.

El acantilado es todo un espectáculo para el visitante, que puede contemplar desde su extensa playa la rica paleta de tonalidades naranjas blancos, ocres y negros que decoran caprichosamente las estratificaciones. Un estimulante juego de formas geométricas interrumpidas por cárcavas y al que contribuyen unas dunas en continuo movimiento por efecto de las olas y el viento.

Maro–Cerro Gordo

¿Una cascada de agua dulce que cae directamente al mar? Eso es uno de los espectáculos que los amantes de parajes únicos encontrarán en Maro–Cerro Gordo, en la localidad malagueña de Nerja. Una estrecha franja paralela a la costa de doce kilómetros de ancho y que penetra una milla en el interior del mar.La zona destaca por sus imponentes acantilados, de hasta 75 metros de desnivel, sembrados aquí y allá por playas y calas fruto de la erosión y regresión marina sobre las últimas estribaciones de la Sierra de Almijara.

Maro–Cerro Gordo destaca por sus imponentes acantilados, de hasta 75 metros de desnivel, sembrados aquí y allá por playas y calas

El enclave de Maro-Cerro Gordo posee un enorme valor ambiental gracias a la singularidad de sus formaciones geológicas y a su rica biodiversidad. Un paseo en barco recorriendo su milla marítima descubre al visitante lugares de difícil acceso y enorme belleza como la emblemática cascada de Maro.

El enclave Maro-Cerro Gordo.

Doñana

La playa más larga de España está en Andalucía: Doñana, 28 kilómetros de playa virgen y blanca que forman parte de un incomparable complejo natural en el que conviven marismas, lagunas y caños, cotos y pinares, vetas y veras, dunas, playas y acantilados.

A caballo entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, los espectaculares paisajes de Doñana parecen mecerse al son de sus dunas en continuo movimiento. Entre ellas, destaca la duna fósil del Asperillo, con más de 30 metros de altura.

A caballo entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, los espectaculares paisajes de Doñana parecen mecerse al son de sus dunas en continuo movimiento

Pero si por algo es Doñana un referente de biodiversidad es por la riqueza de su fauna y su flora. Considerado el humedal más importante de Europa, sus complejos lagunares son el hogar de plantas como el carrizo, la enea, el junco de bolitas o el bayunc, así como de más de 120 especies de aves. En Doñana habitan también dos de nuestras especies autóctonas más valiosas, lince ibérico y águila imperial, ambas en peligro de extinción.

Doñana es el hogar de numerosas especies de pájaros.

Duna de Bolonia

El istmo de Punta Camarinal, en la costa suratlántica de Cádiz, esconde otro imperdible monumento natural del litoral andaluz.  La Duna de Bolonia es un imponente lomo de más de 30 metros de altura y un frente de 200 metros de frente que avanza suavemente empujados por los vientos del Estrecho.

La formación pertenece a un vasto sistema de dunas en forma de media luna –barjanal– que se mueve de manera perpendicular al viento, siendo uno de los escasos ejemplos de sistemas de dunas transgresivos que hay en el Andalucía, es decir, que sigue avanzando tierra adentro. Un paraíso de alto valor ecológico ubicado en una de las zonas menos urbanizadas y transformadas de la costa gaditana.

La Duna de Bolonia se encuentra próxima al Conjunto Arqueológico Baelo Claudia, la imponente ciudad-factoría pesquera romana, Monumento Histórico Nacional, que sorprende al visitante por su magnífico estado de conservación.

Cueva del Tesoro

La Cueva del Tesoro –también conocida como la Cueva de Higuerón– se encuentra en Rincón de la Victoria (Málaga). Se trata de una de las tres únicas cuevas de origen marino que hay en el mundo. Un lugar en el que historia, arqueología y leyenda se dan la mano para conformar un espacio único.

Acondicionada para que pueda ser visitada, los viajeros hallarán en sus galerías restos del Paleolítico y de la Edad de Bronce, así como valiosas muestras de arte Rupestre. Por supuesto, la leyenda del tesoro que algunos dicen todavía se oculta en sus rincones, contribuye a alimentar el encanto de esta cueva.

Un contenido en colaboración con la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía..

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli