El Polígono Sur, el barrio en el que se asientan las conocidas como “Tres Mil Viviendas” de Sevilla, es uno de los más pobres y peligrosos de España. Esta barriada, azotada por la gran marginalidad y su estigma, lucha por la supervivencia mientras ve cómo muchos de sus niños están abocados al fracaso escolar y a un futuro incierto por la falta de acceso a la educación.
Carmen, estudiante de quinto de Derecho y ADE, es una sevillana comprometida y entregada que forma parte del equipo de voluntarios del proyecto “Creando vínculos”, formado por estudiantes de la Universidad Loyola Andalucía que participan en una iniciativa puesta en marcha hace décadas por la Congregación de las Religiosas de Jesús-María. Un proyecto de voluntariado que ofrece apoyo escolar y actividades de ocio a niños en situación de pobreza en esta barriada, donde la droga, la pobreza o la delincuencia, están a la orden del día. Pero también un lugar donde los niños no dejan de ser niños y donde, pese a que la pobreza social es una constante que no cesa, personas como Carmen y otros voluntarios, les brinda la opción de un futuro con oportunidades.
Gracias a este proyecto, los voluntarios promueven todo tipo de actividades de ocio para que los niñas y niños de este barrio crezcan y disfruten jugando; así como para obtener un mejor rendimiento académico de cara a la reducción del fracaso escolar. Esta encomiable labor llevó a esta iniciativa de voluntariado a alzarse con el primer premio de la última edición de los Premios al Voluntariado de la Fundación Mutua Madrileña. Unos galardones que buscan reconocer y dar visibilidad a la labor solidaria de los estudiantes, así como ayudar económicamente al impulso y sostenimiento de los proyectos y que hasta el próximo viernes 29 de octubre estarán abiertos para la presentación de candidaturas en la web de los premios.
“Haber ganado este premio ha sido un foco de esperanza en un momento como el actual, ya que, gracias a la ayuda de la Fundación Mutua Madrileña hemos podido adaptar el proyecto y afrontar las numerosas dificultades que entrañaba dar apoyo en materia educativa en un momento tan difícil como la pandemia. Hemos podido adaptar las aulas, que no se habían reformado desde hace décadas, y hemos adquirido material interactivo para educar desde el juego y adaptado a las nuevas tecnologías. Este premio también nos ha ayudado a tener una mayor visibilidad en la comunidad con la que trabajamos, y entre los propios universitarios, que se animan a participar en el proyecto”, apunta Carmen, explicando las acciones que han llevado a cabo con los 10.000 euros del premio.
Los Premios al Voluntariado de la Fundación Mutua Madrileña. buscan reconocer y dar visibilidad a la labor solidaria de los estudiantes universitarios
Para esta joven, esta experiencia ha sido un antes y un después en su vida. “Sin duda comenzar a hacer un voluntariado en el barrio del Polígono Sur de Sevilla, totalmente estigmatizado por la sociedad sevillana, fue todo un reto. Tuve la oportunidad de comenzar mientras trabajaba en un banco, a pocas calles de distancia, durante un verano, y me di cuenta de la labor tan importante que se realizaba desde el proyecto. Además de educar y jugar con los niños, lo más importante de todo era el esfuerzo que se hacía por integrarles en la sociedad y demostrarles que, aunque quizás las instituciones no siempre han sabido estar a la altura, allí estábamos nosotros, chavales de diferentes edades jugando con ellos en relaciones de total igualdad y dispuestos a ayudarles en lo que necesitaran y a reforzarles desde el punto de vista personal y formativo”.
Si hay algo que todavía, a día de hoy, a Carmen le sigue impactando es recordar el momento en el que, tras llevar un año de voluntariado, una niña de 12 años que habitualmente solía venir a jugar, le preguntó qué cuánto le pagaban por ir allí. “Yo le respondí que nada, -apunta Carmen-, que yo iba porque me gustaba jugar con ellos, y no se lo creían. Están tan acostumbrados a que la gente les mire con compasión, que sienten exactamente eso, que solo vamos allí por pena, por compasión o bien porque es trabajo social. Pero no es así, me consta que todos los voluntarios del proyecto disfrutamos viendo como esos niños. a los que cogemos muchísimo cariño. crecen cada día un poco más felices”.
Este proyecto que crea vínculos fue reconocido por la Fundación Mutua Madrileña entre un total de 75 iniciativas presentadas a la VIII convocatoria de los premios. Actualmente, esta entidad tiene activa la IX edición de los Premios al Voluntariado Universitario, cuyo plazo de inscripción estará abierto hasta el próximo 29 de octubre a las 14:00 horas. Las bases pueden consultarse en www.premiosvoluntariado.com Todos aquellos jóvenes que colaboran como voluntarios en alguna entidad sin ánimo de lucro y actualmente estudian en la Universidad o han finalizado tus estudios en un plazo no superior a dos años, aún están a tiempo de presentar sus candidaturas. Los premios conceden un primer galardón de 10.000 euros y cinco de 5.000, todos ellos para reinvertir en el proyecto solidario.
Si hay algo queda claro es que la solidaridad entre los jóvenes cada vez está más arraigada y Carmen, junto a los otros 25 voluntarios universitarios del proyecto “Creando Vínculos”, son el mejor ejemplo de ello.