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Trenes a gas para una movilidad más sostenible

El sector del transporte es el causante del 25% de las emisiones mundiales de CO2

El objetivo de la Unión Europea es alcanzar la “neutralidad en carbono” en el año 2050.  Para ello, existen diferentes planes sectoriales que tienen como fin reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. El sector del transporte es uno de los que más CO2 emiten a la atmósfera, de ahí que este sea uno de los planes más complejos y ambiciosos que el organismo europeo tiene por delante. El sector del transporte es el causante del 25% de las emisiones mundiales de CO2, siendo el transporte terrestre por carretera el responsable de más del 75% de las mismas y el que mayores perspectivas tiene de crecimiento en los próximos años —hasta un 210% en el segmento mercancías en el horizonte 2050—.

En el transporte urbano se ha avanzado mucho hasta el momento, gracias al desarrollo de diferentes formas de movilidad sostenible: coches eléctricos, vehículos a GNC (gas natural comprimido), medios de transporte minoritarios (patinetes eléctricos, bicicletas, motocicletas eléctricas, etc). También, gracias a las limitaciones de coche privado en los centros de las ciudades y al fomento del transporte público. Sin embargo, es en el ámbito del transporte pesado, que incluye camiones, barcos y trenes, donde las alternativas son más limitadas. En especial, por las limitaciones tecnológicas que presentan las soluciones 100% eléctricas: más del 50% del parque automovilístico requiere de una potencia elevada que las soluciones 100% eléctricas no ofrecen. Ahí es donde, a día de hoy, juega un papel fundamental el gas natural y, en un futuro próximo, los gases renovables, como el hidrógeno verde y el biometano.

El gas natural como solución para el transporte ferroviario

El transporte ferroviario es mucho más eficiente que el transporte por carretera —hasta un 12%—, con independencia de la energía que use. Un mayor uso del ferrocarril frente al transporte por carretera, conllevaría ventajas para el medio ambiente: permitiría reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2, lo que tendría además un efecto indirecto sobre la calidad de aire de nuestras ciudades, pues se reduciría el número de vehículos que acceden a las mismas.

En ese contexto, Enagás viene desarrollando desde 2014 con Renfe una “hoja de ruta ferroviaria” para el desarrollo de experiencias prácticas que permitan la aplicación comercial del GNL como combustible alternativo en todos los segmentos de tracción ferroviaria. Esta es, precisamente, una de las ventajas competitivas fundamentales del gas natural frente a cualquiera otro combustible o vector energético alternativo.

Las ventajas del gas natural frente al diésel son claras. Además de los beneficios económicos, desde el punto de vista medioambiental, el gas natural permite reducir las emisiones de CO2 entre un 20% y un 30%, y mejorar la calidad del aire porque se eliminan prácticamente en un 100 % las emisiones de partículas más contaminantes, como el óxido de nitrógeno, el monóxido de carbono o los óxidos de azufre. También permite reducir los niveles de ruido en un 50%.

Esta hoja de ruta de Renfe y Enagás es consecuencia de la oportunidad que ambas compañías identificaron, teniendo en cuenta  la madurez de España en el sector del gas natural: tanto por capacidad como por el desarrollo de la logística de abastecimiento, flexible, segura y capaz de transportar cualquier cantidad a cualquier distancia de forma sostenible, tanto económica como medioambientalmente.

La primera prueba piloto a nivel mundial de un tren de viajeros impulsado por gas natural licuado se inició oficialmente en Asturias en enero de 2018, fruto de la cual Renfe y Enagás ya están trabajando para convertir la línea Trubia-Collanzo, en Asturias, en la primera línea de viajeros explotada de forma comercial al 100% con GNL del mundo.

En el resto de segmentos, y como parte de la iniciativa raiLNG, se encuentran en fase de desarrollo de ingeniería dos proyectos, que cuentan con financiación europea (fondos CEF), para el desarrollo de prototipos-piloto para tracción de mercancías. Uno de ellos es en León, (tramo Cistierna-León) y otro entre Huelva y Sevilla. Ambos proyectos pasarán a ser probados en el horizonte 2021.

Los gases renovables, el futuro de la movilidad

Junto al gas natural, también se está avanzando mucho en el desarrollo de combustibles neutros en carbono, como el biometano y el hidrógeno verde. En la transición hacia una economía descarbonizada, estas energías van a ser el futuro de la movilidad, porque son renovables, 100 % limpias, y con un potencial casi ilimitado.

El sector ferroviario no va a ser ajeno a ellas. En este ámbito, para mejorar los resultados y extender el ámbito de aplicación de los resultados de raiLNG, así como para buscar otras alternativas tecnológicas innovadoras nace el proyecto BIORAIL. Esta iniciativa se enmarca en la estrategia de emprendimiento y transformación de Enagás y pretende desarrollar un entorno de movilidad alternativa a partir del ferrocarril en entornos rurales y económicamente desfavorecidos.

La compañía Enagás, en línea con su compromiso con la transición energética, promueve el impulso de nuevos usos del gas natural, fundamentalmente para una movilidad más sostenible, y apuesta por el desarrollo de los gases renovables, como el hidrógeno verde y el biogás/biometanto, como nuevas soluciones energéticas que pueden ser claves en un futuro descarbonizado.

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