Los orígenes de la evolución humana tienen una ventana abierta a solo 12 kilómetros de Burgos. Y es que, desde su descubrimiento en 1976, las cuevas de Atapuerca han asombrado a profesionales y aficionados a la paleontología de todo el mundo por la enorme cantidad de valiosos fósiles y restos que se han hallado en los distintos emplazamientos de los que se compone este excepcional yacimiento.
Uno de esos expertos, el paleontólogo Ignacio Martínez Mendizábal, es el protagonista de un nuevo video de Mejor Conectados, la plataforma de Telefónica que parte de una premisa clara: que cuando conectamos somos capaces de hacer cosas extraordinarias.
En este caso, tenemos la visión de todo un Premio Príncipe de Asturias como Ignacio Martínez, que ganó este prestigioso galardón precisamente por sus hallazgos en Atapuerca. Catedrático del Área de Antropología Física en el Departamento de Ciencias de la Vida de la Universidad de Alcalá de Henares 1, este doctor en biología es colaborador habitual de revistas científicas internacionales, como Nature o Science, además de autor de varios libros de divulgación tanto en solitario como en compañía de su amigo y maestro Juan Luis Arsuaga. Junto a él, nos adentramos en la apasionante tarea de desentrañar algunos de esos misterios de la evolución de la Humanidad que descansan en Atapuerca.
Una historia de disrupción
Ahora que está tan de moda el concepto disrupción como ese elemento que rompe con lo establecido para inaugurar una nueva manera de hacer las cosas, desde que se descubriera el fuego alrededor del año 500.000 a.C la humanidad ha incrementado exponencialmente la velocidad de su evolución. Lo ha hecho empujada por esos grandes golpes de genialidad y audacia que han salpicado nuestra historia: el descubrimiento de América, la imprenta, la luz eléctrica, el sufragio femenino, la penicilina, la llegada a la Luna y muchos otros acontecimientos de ese fuste tejen un itinerario invisible que nos ha conducido hasta el momento presente. Un itinerario que, sostiene este experto en los orígenes del hombre, se mueve bajo un leitmotiv común: unos valores compartidos
El arma secreta de la evolución
«Las ideas y los valores compartidos son el cemento que cohesiona a los grupos humanos», afirma Martínez. Un cemento que, añade, ha permitido que seamos una especie triunfadora en términos evolutivos. Dos elementos son, a juicio de este científico, determinantes en esa vertiginosa evolución de la raza humana: la tecnología y la capacidad de trabajar en equipo y compartir conocimiento.
Las ideas y los valores compartidos son el cemento que cohesiona a los grupos humanos" Ignacio Martínez Mendizábal, paleontólogo
Autoconsciencia
Para poner en contexto esa particular forma de evolucionar de los humanos, Ignacio Martínez nos compara con otra especie, a su manera, también muy sofisticada y perfecta: las hormigas. Para el paleontólogo, estos insectos son literalmente “robots biológicos”, es decir, seres cuyo comportamiento está genéticamente regulado y que responden con una reacción específica a cada estímulo. En cambio, los actos de los humanos están motivados por razonamientos. En otras palabras, mientras que las hormigas colaboran de una forma no consciente, nosotros somos seres conscientes y como tales hacemos lo que hacemos queriendo hacerlo. Una cualidad que, añade Martínez, “nos hace ser generosos”.
Dos elementos son determinantes en la vertiginosa evolución de la raza humana: la tecnología y la capacidad de trabajar en equipo y compartir conocimiento
Cooperación humana
Una de las grandes ventajas de los hombres en términos evolutivos es su capacidad para colaborar y unirse para alcanzar un objetivo compartido, algo que incluso puede llegar al extremo de sacrificarse por el bien común. Una cooperación y una forma de relación que Ignacio Martínez practica todos los días en su trabajo. “Me he especializado en ser la comadrona de los fósiles, el que los trae a este mundo. Y sin cada uno de los miembros del equipo, esto no sería posible”, comenta.
Una de las grandes ventajas de los hombres en términos evolutivos es su capacidad para colaborar y unirse para alcanzar un objetivo compartido
Según este experto, los valores son ese pegamento que nos mantiene unidos y nos lleva a traspasar los límites de la generosidad. “En este mundo tan individualista los grupos que comparten valores son los que triunfan”, apunta. Tolerancia, respeto y justicia son para este investigador esos valores universales básicos que permiten construir un proyecto duradero en el tiempo, un proyecto en el que todos los integrantes se sientan valorados y estén de acuerdo con lo que reciben.
Atapuerca y la evolución humana
En Atapuerca se encuentran los yacimientos más importantes de Asia y Europa para descubrir y entender la evolución de los seres humanos desde hace un millón y medio de años. Un lugar que Ignacio Martínez describe como una “montaña mágica” y que comenzó a cobrar relevancia científica y social tras el descubrimiento de los restos de la Sima de los Huesos en 1992. Dos años después se produjo el hallazgo de dos restos humanos de una nueva especie desconocida hasta entonces, el Homo Antecessor, un hito que trajo consigo que los yacimientos de la sierra de Atapuerca fueran declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
“Interpretamos el pasado en función del presente”, dice el científico. Y aunque “los huesos son viejos y están rotos y no podemos conocer directamente la historia de la humanidad a través de ellos”, hay un elemento más que los humanos tenemos en común y que nos convierte en el único primate que es capaz de volar: el sentimiento poético. Y es que, reflexiona el profesor Martínez, cuando conectamos, podemos hacer cosas increíbles. «Volamos por nuestro talento, por la fuerza de nuestra voluntad y porque ha sido un sueño compartido», reflexiona.
Porque cuando compartimos objetivos no encontramos límite.
Mejor Conectados es la plataforma de contenidos de Telefónica donde personalidades de éxito como Ferran Adrià, Teresa Perales, Javier Gómez Noya, Rafa Nadal, Nacho Azofra, Javier Perea o el violinista Kamran retratan a través de sus historias la idea de que “cuando conectamos, somos capaces de hacer cosas increíbles". Su objetivo es visibilizar talento y poner en valor el poder de las conexiones humanas para inspirar y animar a las personas a que se sientan capaces de lograr lo que se propongan.
La iniciativa cuenta con apartados como "Inspírate", con historias que ponen de manifiesto que conectando con otros logramos cosas increíbles, o como "Aprende", una serie de pequeñas “clases magistrales” en las que grandes figuras como Molo Cebrián, Marta Gilart, Gemita, Iñaki Gabilondo, Toni Nadal, María Zabala, Rafa Nadal o Amaya Valdemoro ofrecen consejos y reflexiones que nos pueden servir de inspiración y aprendizaje.