Ciencia

La ciencia que viene en 2022: la batalla final contra la covid

Hacer predicciones sobre lo que nos deparará el año entrante es, a estas alturas, un ejercicio de ingenuidad, pero hay algunos hitos en el calendario que nos dan pistas sobre

Hacer predicciones sobre lo que nos deparará el año entrante es, a estas alturas, un ejercicio de ingenuidad, pero hay algunos hitos en el calendario que nos dan pistas sobre por dónde irán los tiros en ciencia y tecnología. 

La pandemia de Cla covid-19 seguirá marcándolo todo y veremos hasta qué punto la variante ómicron cambia el escenario mundial, si las vacunas paran el golpe o si aparecen nuevas variantes en los meses sucesivos. Ante la propagación sin precedentes del virus en la fase final de 2021, las primeras semanas de enero serán previsiblemente las más duras, pero pronto sabremos si el efecto de esta sexta ola es explosivo y puntual o si nos complica lo que queda de invierno.

Presumiblemente, el año 2022 será el año de la tercera y cuarta dosis de la vacuna en los países ricos y en el que se generalizará el uso de los nuevos antivirales que frenan la evolución grave de la enfermedad, con todo lo que esto implica desde el punto de vista sanitario. En el horizonte está también la promesa de una vacuna intranasal esterilizante, como en la que trabaja el laboratorio de Luis Enjuanes en el CSIC, quien espera resultados para finales del año entrante. 

También queda pendiente saber si la comunidad internacional consigue tomarse en serio la necesidad de globalizar la vacuna o nos deja expuestos a la aparición de nuevas variantes del virus en los próximos años.

Hacia el mundo de las “no-cosas”

En lo referente al desarrollo tecnológico de la sociedad, e impulsado por el propio escenario pandémico, uno de los temas de moda será lo que el filósofo surcoreano Byung-Chul Han llama “la era de las no-cosas”. 

Uno de los temas de moda será lo que el filósofo surcoreano Byung-Chul Han llama “la era de las no-cosas”. 

La omnipresencia de las criptomonedas, los NFTs y la campaña que Mark Zuckerberg emprenderá para que nos adentremos en el Metaverso, pondrán de manifiesto esta realidad en la que la información, y no la realidad material, condiciona el mundo en que vivimos. 

Será un mundo de transformación y cambio de mentalidad, pero también de venta de humo y de viejas ideas disfrazadas de novedosas disrupciones. En lo referente a los bitcoins, veremos cuánto dura esa burbuja de la que algunos están obteniendo grandes beneficios.

“Toc-toc”. Aquí la realidad

Mientras tiene lugar esta evasión humana hacia la realidad virtual e hiperestimulada, el mundo real llamará con insistencia a nuestra puerta en forma de un aumento de eventos climáticos extremos propiciados por el calentamiento global. Inundaciones, olas de calor, temporales de frío… No sabemos en qué lugar exacto tendrán lugar, si en su casa o en la mía, pero tenga por seguro que ocurrirán.

Mientras tanto, en 2022 los dirigentes mundiales se volverán a reunir en una nueva cumbre por el clima, esta vez en Egipto (COP27), para seguir mareando la perdiz. Uno de los principales objetivos de la comunidad científica internacional será concienciar de la necesidad de conservar la biodiversidad y de salvaguardar una “salud global” (One Health), un concepto que nos recuerda que el bienestar del resto de especies del planeta es esencial para nuestro propio bienestar y para evitar futuras pandemias.

Una nueva vida para el LHC

Después de un largo cierre para actualizar las instalaciones, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, en Ginebra (aquel que sirvió para detectar el bosón de Higgs), reiniciará sus operaciones en verano. Esta vez, los experimentos ATLAS y CMS multiplicarán el número de colisiones de partículas que pueden observar en busca de pistas sobre los neutrinos y la naturaleza de la materia oscura.

Eso sí, con el precio al que está la energía, ¿por cuánto les saldrá esta vez la factura de la luz a los del LHC?

Con el precio al que está la energía, ¿por cuánto les saldrá esta vez la factura de la luz a los del LHC?

Hacia Marte y la Luna

Con todas las miradas puestas en el lanzamiento del telescopio espacial James Webb en el final de 2021, los grandes protagonistas de 2022 en exploración espacial serán los cuerpos celestes más cercanos.

En septiembre, la segunda fase de la misión ruso-europea ExoMars - aplazada en 2020 por diversos problemas como el funcionamiento del paracaídas - despegará rumbo a Marte con el rover Rosalind Franklin a bordo y una importante misión: comprobar si alguna vez hubo vida en el planeta rojo.

El gran número de misiones hará que en 2022 haya más tráfico en la Luna que en muchas carreteras de la España “vaciada"

Este año también está previsto que China complete la construcción de su estación espacial (Tiangong) y que partan hacia la Luna una serie de misiones que allanaran el terreno para un futuro viaje con astronautas, la primera vez desde el programa Apolo. 

Pruebas del paracaídas supersónico de la ESA para la misión Exomars |ESA

La NASA enviará el orbitador Artemis I y la agencia CAPSTONE realizará las primeras pruebas para la puesta en órbita de una futura estación espacial en la Luna. India y Japón pretenden hacer aterrizar sus propias naves en nuestro satélite (Chandrayaan-3 y SLIM) y Corea del Sur probará su propio orbitador. 

Estas y otras misiones privadas harán que en 2022 haya más tráfico en la Luna que en muchas carreteras de la España “vaciada".

Mirando hacia la Tierra

Por último, la NASA ya ha anunciado que lanzará cuatro misiones científicas a la órbita terrestre baja en 2022 para estudiar mejor nuestro propio planeta y  proporcionar nuevos datos sobre procesos climáticos como las tormentas extremas, las aguas superficiales Y los océanos, y el polvo atmosférico.

La misión TROPICS utilizará seis pequeños satélites para proporcionar mediciones rápidas y mejoradas de ciclones tropicales, EMIT rastreará el origen y la composición del polvo mineral que puede afectar el clima, los ecosistemas, la calidad del aire y la salud humana con un espectrómetro de imágenes a bordo de la Estación Espacial Internacional,  el JPSS-2 de NOAA ayudará a los científicos a predecir condiciones climáticas extremas, como inundaciones, incendios forestales y volcanes, y FODA evaluará los océanos del mundo y su papel en el cambio climático, así como también monitorizará lagos, ríos y otras aguas superficiales.

Una gran inversión para tomar perspectiva y entender las complejas interrelaciones que hacen posible la vida en nuestro propio planeta. 

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