En los últimos años, el equipo de Jillian F. Banfield, de la Universidad de California, Berkeley, ha recogido muestras de ADN en los más variados ambientes, desde las praderas a cielo abierto hasta las profundidades del océano. Una vez que tuvieron todo este material, se encontraron con que no conocían el lugar exacto del árbol de la vida que ocupaban estos organismos, así que decidieron utilizar las técnicas modernas de análisis molecular, la potencia de un superordenador y comprobar qué nuevo dibujo de la vida obtenían.
La hegemonía de las bacterias se hace aún más manifiesta
El resultado se publica esta semana en la revista Nature Microbiology y ha sido obtenido tras analizar alrededor de 3.000 especies representativas de las distintas ramas de la vida, de las cuales 2.000 ya eran conocidas y unas 1.000 fueron descubiertas por el equipo de Banfield. El nuevo esquema ofrece un panorama que no por esperado resulta menos sorprendente: en este árbol de la vida las eucariotas (que incluye a todos los animales y plantas y a millones de microrganismos como las amebas) no somos más que una ramita adyacente al gran reino de las bacterias, que ocupa casi todo el espacio. "La representación es a la vez una visión global y una captura de la diversidad dentro de cada linaje principal", escriben los autores.
La primera vez que se mencionó el concepto de "árbol de la vida" fue en el "Origen de las especies", del que Charles Darwin decía que "cubría la superficie con sus bellas e infinitas ramificaciones". En la década de 1979, Carl Woese y su equipo publicaron el primer árbol de la vida universal con tres grandes ramas (eucariotas, procariotas y arqueas). Después ha habido nuevas versiones, pero en el nuevo árbol, realizado con las herramientas más sofisticadas, la hegemonía de las bacterias (en variedad y número) frente al resto de seres vivos se hace aún más manifiesta. Nuestra posición en este árbol, como humanos, nos situaría en un extremo de la rama de las eucariotas, en la parte inferior del esquema.
Referencia: A new view of the tree of life (Nature Microbiology) doi:10.1038/nmicrobiol.2016.48
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