Cada año miles de personas sufren un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de accidentes de tráfico, caídas o violencia. En las primeras horas los médicos pueden hacer muy poco, aparte de reducir la presión intracraneal e intentar mantener el riego sanguíneo, y es en la segunda etapa cuando hay ocasión de intervenir para intentar minimizar las consecuencias. Pero aunque se están probando más de un centenar de medicamentos para detener la cascada de daños, casi ninguno se muestra efectivo y muchos presentan efectos secundarios como la inflamación o la necrosis de las neuronas.
"Hemos descubierto una secuencia de péptidos que reconoce el tejido cerebral dañado"
El equipo de Erkki Ruoslahti presenta esta semana en Nature Communications una nueva técnica que podría ayudar a este tipo de pacientes y administrar el medicamento justo en la zona dañada sin afectar al resto. Se trata de una serie de aminoácidos que se caracterizan por acudir a través del flujo sanguíneo a la zona donde se ha producido el daño. "Hemos descubierto una secuencia de péptidos de cuatro aminoácidos, cisteína, alanina, glutamina y lisina (CAQK), que reconoce el tejido cerebral dañado", asegura Ruoslahti. "Este péptido se podría utilizar para hacer llegar tratamientos que limiten la extensión del daño".
El péptido CAQK se pega a una serie de glicoproteínas que se generan en el daño cerebral y la hemorragia que conlleva. Los autores del trabajo han probado en ratones que el péptido puede transportar grandes moléculas hasta la zona del daño y han visto el mismo efecto en tejidos humanos in vitro. "Nuestra meta es encontrar una alternativa a inyectar el tratamiento directamente en el cerebro, que es invasivo y puede añadir complicaciones", añade Ruoslahti. "Usando este péptido para introducir el medicamento nos permitiría usar la vía intravenosa, pero aun así llegar al sitio del daño en suficiente cantidad como para tener efecto".
También se podría utilizar en un futuro para identificar daños leves especialmente difíciles de detectar
No solo eso, el sistema también se podría utilizar en un futuro para identificar daños leves especialmente difíciles de detectar si se adjunta al péptido algún tipo de molécula que pueda ser detectada con técnicas de imagen. Si además se le añaden nanopartículas que puedan tratar el problema, podemos estar ante una nueva vía para tratar los traumatismos que mejores considerablemente el pronóstico de miles de personas tras un accidente o agresión.
Referencia: A peptide for targeted, systemic delivery of imaging and therapeutic compounds into acute brain injuries (Nature Communications) DOI 10.1038/ncomms11980
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