Cuando hablamos de relaciones entre humanos tenemos muy claro que la amistad se basa fundamentalmente en la confianza mutua. Pero, ¿qué sucede en los animales? ¿Es esta capacidad de confiar en el otro exclusivamente humana o se extiende a otras especies? En trabajos anteriores los científicos ya habían observado que los chimpancés son capaces de mantener estrechos lazos de amistad, pero el equipo de Jan Engelmann quería comprobar si la confianza tenía un papel relevante como entre nosotros.
La amistad humana no es tan especial, dicen los autores
Para averiguarlo, él y su equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva han seguido las interacciones de 15 chimpancés que viven en el Santuario Sweetwaters en Kenia durante un periodo de cinco meses. Basándose en las relaciones entre unos y otros - como el número de comidas compartidas o de desparasitamientos mutuos - los científicos diseñaron un esquema que les permitía identificar el amigo más próximo de cada individuo y el menos relacionado con ellos.
A continuación, los investigadores sometieron a los monos a una versión del juego de la confianza, que se utiliza en ocasiones en pruebas psicológicas con humanos. La idea básica es que a cada chimpancé se le ofrece la oportunidad de tirar de dos cuerdas, una de la "no-confianza" y otra de la "confianza". Si tira de la primera el individuo tiene acceso inmediato a comida, aunque no del tipo que más le gusta. Si tira de la segunda, en cambio, la recompensa le cae al chimpancé de la jaula de al lado con comida mucho más apetitosa, pero eso sí, éste tiene la opción de mandar una recompensa al compañero que ha tirado de la cuerda.
¿Qué hacer en este caso? Como sucede en el dilema del prisionero, el sujeto tiene la opción de elegir una recompensa segura y no arriesgar o fiarse del compañero y conseguir ambos un botín mayor. Cada uno de los chimpancés participó 24 veces en el juego, la mitad con individuos amigos y la otra mitad con no-amigos. El resultado, publicado en la revista Current Biology, fue que los chimpancés mostraron mucha más confianza en los amigos que en los otros, exactamente como habríamos hecho cualquiera de nosotros. "Los chimpancés fueron mucho más propensos a colocar los recursos en manos de su compañero, tomando una decisión arriesgada pero con una recompensa mayor, cuando interactuaban con un amigo que cuando lo hacían con un no-amigo", asegura Engelmann.
Los resultados, sugieren los autores, indican que la amistad humana no es tan especial. "La amistad entre humanos no es ninguna anomalía en el reino animal", explica el autor principal del estudio. "Otros animales, como los chimpancés, forman lazos emocionales y duraderos con algunos individuos. Esta amistad animal muestra importantes paralelismos con las relaciones humanas. Una característica compartida es la tendencia a confiar selectivamente en los amigos en situaciones arriesgadas". Su equipo tiene intención de profundizar más en este tipo de relaciones y su siguiente paso será poner a prueba a los chimpancés en situaciones en las que necesiten ayuda.
Referencia: Chimpanzees Trust Their Friends (Current Biology) http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2015.11.037 | Imagen: Nataša Stuper (Flickr, licencia Creative Commons)
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