En el año 2019, mientras investigaba en el Parque Nacional de Loango, en Gabón, la investigadora Lara M. Southern fue testigo de una escena única en la naturaleza y cuyo alcance tardó unos minutos en comprender. "Al principio, solo notamos los gritos de los chimpancés y pensamos que estábamos observando un encuentro típico entre individuos de comunidades vecinas de chimpancés”, recuerda. “Escuché los golpes de pecho, una exhibición característica de los gorilas, y me di cuenta de que los chimpancés se habían encontrado con un grupo de cinco gorilas”.
En los dos encuentros de los que fue testigo, que duraron 52 y 79 minutos, los chimpancés formaron coaliciones y atacaron a los gorilas. Los dos lomos plateados de los dos grupos y las hembras adultas se defendieron a sí mismos y a sus crías. Tanto los lomos plateados como varias hembras adultas escaparon, pero dos bebés gorilas fueron separados de sus madres y murieron a golpes a manos de los chimpancés. Los hechos se describen ahora en un trabajo publicado en la revista Scientific Reports, en el que un equipo de investigación de la Universidad de Osnabrück y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, documentan por primera vez estos ataques letales de chimpancés contra gorilas en estado salvaje.
Chimpancés enfurecidos
Los chimpancés son comunes en África Oriental y Central y viven con gorilas en algunas áreas como el Parque Nacional Loango. Este parque también ha sido el hogar del Proyecto Chimpancé Loango desde 2005, dirigido por Tobias Deschner, primatólogo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, y Simone Pika, bióloga cognitiva de la Universidad de Osnabrück. En Loango, los investigadores están observando y analizando el comportamiento de alrededor de 45 chimpancés con un enfoque especial en la composición del grupo, las relaciones sociales, las interacciones con los grupos vecinos, el comportamiento de caza, el uso de herramientas y las habilidades comunicativas.
Hasta ahora no se han documentado encuentros letales entre chimpancés y gorilas. "Nuestras observaciones proporcionan la primera evidencia de que la presencia de chimpancés puede tener un impacto letal en los gorilas. Ahora queremos investigar los factores que desencadenan estas interacciones sorprendentemente agresivas", dice Tobias Deschner.
Investigando las causas
“Hasta ahora, las interacciones entre chimpancés y gorilas se han considerado relativamente relajadas”, dice Simone Pika. "Hemos observado con regularidad que ambas especies interactúan pacíficamente en los árboles en busca de alimento”. ¿Por qué se produjeron entonces estos encuentros violentos? Los autores del estudio sugieren varias explicaciones para la violencia entre especies observada, incluida la caza y la competencia alimentaria entre las especies. “Podría ser que el hecho de que los chimpancés, los gorilas y los elefantes del bosque compartan los recursos alimentarios en el Parque Nacional de Loango provoque un aumento de la competencia y, a veces, incluso en interacciones letales entre las dos especies de grandes simios ”, dice Tobias Deschner.
“Podría ser que el hecho de compartir recursos provoque un aumento de la competencia”
El aumento de la competencia alimentaria también puede ser causado por el fenómeno más reciente del cambio climático y un colapso en la disponibilidad de frutas que se observa en otros bosques tropicales de Gabón. “Apenas estamos empezando a comprender los efectos de la competencia en las interacciones entre las dos especies de grandes simios en Loango”, asegura Simone Pika”. “Nuestro estudio muestra que todavía hay mucho por explorar y descubrir sobre nuestros parientes vivos más cercanos, y que el Parque Nacional Loango con su hábitat de mosaico único es un lugar único para hacerlo”.
Según Antonio José Osuna, biólogo experto en comportamiento animal que no ha participado en el estudio, la situación se explica en parte por la forma en que chimpancés y gorilas deben compartir territorio en algunas zonas. “A diferencia de los bonobos, los chimpancés deben convivir con unos gorilas que ocupan su nicho ecológico”, explica. “Y aunque conflictos violentos como estos sean raros, la competencia por los mismos alimentos siempre está ahí. Dicha convivencia y competencia constante es, de hecho, la que ha convertido a los chimpancés en la especie violenta que son (a diferencia de los bonobos)””.
Respecto al hecho de que unos simios de menor tamaño causen daño a los enormes gorilas, comenta Osuna, la clave está en el número y la coordinación. “Los chimpancés macho iniciaron la agresión, estaban coordinados, y superaban en mucho numéricamente a los gorilas (27 contra 5 y 7). Aunque no era un comportamiento de caza (no se movían ni actuaban como hacen cuando cazan), la coordinación es muy importante”, explica. En el primer enfrentamiento, recuerda, tres chimpancés salieron heridos y una cría de gorila acabó muerta, en el segundo solo una cría de gorila muerta. "Aunque los gorilas perdiesen una cría, en ese primer enfrentamiento los chimpancés arriesgaron más que en cualquier cacería", apunta.
"En estos enfrentamientos los animales mas pequeños no suelen vencer a los grandes, pero sí que suelen acabar con alguna de sus crías", concluye. "Es, probablemente, lo más que van a conseguir contra los gorilas”.
Referencia: Lethal coalitionary attacks of chimpanzees (Pan troglodytes troglodytes) on gorillas (Gorilla gorilla gorilla) in the wild (Scientific Reports) | Más info: Max Planck Gesellschaft
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