El hombre podría haber pisado la isla de Madeira cuatro siglos antes de la colonización portuguesa. Así se desprende de un trabajo liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se basa en la datación de huesos antiguos de ratón hallados en un yacimiento fosilífero de Ponta de São Lourenço. Según los resultados, publicados en la revista Proceedings of the Royal Society B, los ratones domésticos habrían llegado a la isla antes del año 1036, muy probablemente transportados en un barco. El artículo sugiere que la introducción de esta especie habría desembocado en una catástrofe ecológica.
Hasta ahora se había documentado la llegada del hombre a Macaronesia en dos oleadas sucesivas: una aborigen, limitada a las Islas Canarias hace dos milenios, y otra colonial, desde el siglo XIV en adelante, que se produjo en todas las islas de los archipiélagos. De acuerdo con los datos históricos, los portugueses tomaron posesión de Madeira oficialmente en 1419, fecha en que se inició la colonización. El equipo de investigadores, formado también por científicos alemanes y de la Universidad de La Laguna, ha analizado dos muestras de huesos hallados en Ponta de São Lourenço. El reducido tamaño de la primera ha impedido datarla, pero la segunda sí ha podido fecharse entre el año 900 y 1030, lo que supone el testimonio más temprano de la presencia de ratones en Madeira.
Todo apunta a que los ratones llegaron a la isla en barcos vikingos
“Las poblaciones actuales de ratón doméstico de Madeira muestran similitudes en el ADN mitocondrial con las de Escandinavia y el norte de Alemania, pero no con las de Portugal. Por tanto, esta segunda muestra analizada da pie a pensar que fueron los vikingos los que llevaron el ratón casero a la isla. No obstante, es una conclusión que debe ser ratificada con nuevos estudios morfológicos y genéticos de los fósiles de Ponta de São Lourenço, ya que hasta la fecha no hay referencias históricas de viajes vikingos a Macaronesia”, explica el investigador del CSIC Josep Antoni Alcover, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares).
Impacto ecológico en la isla
Aparte de modificar los datos históricos, la nueva datación amplía el marco temporal en el que se produjeron los cambios ecológicos más significativos en la isla. Según los investigadores, la llegada del hombre habría desencadenado la extinción de especies endémicas de aves en el archipiélago de Madeira (formado por Madeira y Porto Santo).
Al menos dos terceras partes de las aves endémicas y dos especies no endémicas se extinguieron
Una vez asentada, la población de ratones, que no difiere apenas de los ratones domésticos actuales, habría alcanzado una alta densidad debido a su potencial reproductivo y a la ausencia de ratas. Su actividad depredadora se habría centrado en los huevos y pollos de pequeñas y medianas aves, como las codornices o los rascones. Los huesos obtenidos de los yacimientos del Holoceno indican que al menos dos terceras partes de las aves endémicas y dos especies no endémicas se extinguieron. También habrían tenido un destacado papel en permitir la prosperidad de otros depredadores como las lechuzas.
“La introducción de los ratones desembocó probablemente en una catástrofe ecológica, basada en la extinción de aves endémicas y en la modificación de la ecología de la isla cuatrocientos años antes de lo que se creía hasta ahora”, resalta el investigador del CSIC.
Referencia: Juan Carlos Rando, Harald Pieper y Josep Antoni Alcover. Radiocarbon evidence for the presence of mice on Madeira Island (North Atlantic) one millennium ago. Proceedings of the Royal Society B. DOI: 10.1098/rspb.2013.3126. Fuente: CSIC
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