Un nuevo estudio realizado por investigadores franceses e italianos muestra cómo la urbanización ha influido en las emisiones de CO2 antropogénico y aire contaminante en todas las regiones del mundo. El trabajo, publicado este martes en la revista Environmental Research Letters, muestra cómo los centros urbanos son responsables de un tercio de las emisiones de CO2 y contaminantes atmosféricos globales. Si ampliamos la definición de áreas urbanas para incluir los suburbios, aproximadamente el 50% de las emisiones globales tienen lugar en alrededor en estos espacios que ocupan únicamente el 1% de la superficie global. Y cuando se incluyen todas las áreas urbanas, y no solo los centros y los suburbios, se podrían atribuir a estas zonas alrededor del 70-80% de las emisiones globales.
Los autores del trabajo han utilizado la base de datos de la Base de Datos de Emisiones para la Investigación Atmosférica Global (EDGAR), desarrollado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, para proporcionar una visión de la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos específicos del sector de los centros urbanos y otras entidades geográficas para diferentes tipos de asentamientos humanos en todo el mundo durante las últimas cinco décadas.
Entre 1975 y 2015 la población urbana mundial casi se duplicó
Según estos datos, entre 1975 y 2015 la población mundial aumentó en un 80% y la población urbana mundial casi se duplicó, mientras que la población rural mundial aumentó solo en un 40%. La población urbana aumentó en todos los continentes y el crecimiento de su población más rápido se produjo en las regiones emergentes y en desarrollo.
De acuerdo con los investigadores, para 2015 casi la mitad de la población mundial vivía en centros urbanos, mientras que los centros urbanos más grandes con más de un millón de habitantes (que representan solo el 5% de la superficie mundial) tenían el 22% de la población mundial viviendo en ellos. Ateniéndose a la definición estricta de "centros urbanos”, los resultados muestran que para 2015 estos eran la fuente de un tercio de los gases de efecto invernadero antropogénicos globales y la mayoría de las emisiones contaminantes del aire.
Forenses del CO2
Desde una perspectiva de sostenibilidad, la capacidad de identificar la naturaleza, ubicación y fuente de emisiones es particularmente importante, para poder adaptar las políticas de reducción de emisiones y evaluar adecuadamente la exposición de la población. La base de datos EDGAR proporciona datos espaciotemporales homogéneos y consistentes sobre emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos a escala global entre 1970 y 2015 y distribuye espacialmente las emisiones antropogénicas en un mapa de cuadrícula global con una resolución espacial de 0,1 grados (unos 10 km), lo que permite la investigación de dónde ocurren las emisiones, y apoyando el desarrollo de medidas de mitigación basadas en el lugar desde el nivel global al local.
Estos datos facilitan las acciones de mitigación enfocadas geográficamente
Los resultados de este nuevo trabajo muestran que las emisiones urbanas son impulsadas principalmente por fuentes de combustión. Dado que estas emisiones están concentradas espacialmente, argumentan los investigadores, pueden beneficiarse de acciones de mitigación enfocadas geográficamente. La única excepción es el amoníaco (NH3), donde las áreas rurales representan más del 50% de las emisiones globales, principalmente asociadas a las actividades agrícolas.
Ciudades que marcan el camino
Paradójicamente, las emisiones en los centros urbanos han aumentado fuertemente en las economías emergentes en las últimas cinco décadas, pero han disminuido en las economías de altos ingresos. En concreto, las emisiones de CO, SO2 y PM10 en los países industrializados disminuyeron, debido a una mayor eficiencia energética y la implementación de nuevas tecnologías y medidas de abatimiento. Pero en las megaciudades, las emisiones en los países de altos ingresos se han reducido mediante la implementación de acciones de mitigación efectivas, la desindustrialización y el crecimiento de la economía de servicios.
Los países de altos ingresos han desacoplado sus emisiones del crecimiento económico
Finalmente, las emisiones urbanas de CO2 per cápita muestran diferencias espaciales a nivel global, entre diferentes países y ciudades. Los países de altos ingresos han desacoplado sus emisiones del crecimiento económico.
Si bien el cambio climático es un problema mundial, la calidad del aire está relacionada con el problema más local de reducir la exposición de la población urbana a contaminantes dañinos, para disminuir el impacto en la salud humana y los ecosistemas, explican los autores. Por lo tanto, se necesitan acciones locales por razones climáticas y de contaminación del aire.
Referencia: Global anthropogenic emissions in urban areas: patterns, trends, and challenges (Environmental Research Letters)
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