La tecnología para leer el cerebro y traducir el pensamiento en órdenes o movimientos sigue dando pequeños pasos de gigante. El último se anuncia este miércoles en la revista PLOS ONE, donde los miembros del proyecto BrainGate presentan un nuevo interfaz cerebro-computador que permite a personas privadas de movimiento navegar con naturalidad por un entorno virtual y comunicarse de forma más eficiente.
“Una de las participantes nos dijo que una de las cosas que más le apetecían era volver a tocar música”
El dispositivo, desarrollado por el investigador Paul Nuyujukian y su equipo, ha sido probado por tres voluntarios con tetraplejia, a quienes se instaló un pequeño implante en la corteza motora del cerebro - del tamaño de una aspirina - que lee la actividad de sus neuronas cuando piensan en mover el cursor de la pantalla de un lado a otro o hacer clic con el ratón virtual. Estas señales se comunican por bluetooth a una tableta con características estándar y en la que no hace falta activar ninguna de las funciones de accesibilidad. Durante las pruebas, los participantes utilizaron distintas aplicaciones, buscaron vídeos en YouTube e incluso escribieron correos electrónicos a sus contactos. “Una de las participantes nos dijo al principio del ensayo que una de las cosas que más le apetecían era volver a tocar música”, explica Nuyujukian. “Así que verla tocar un teclado digital fue fantástico”.
Los resultados del estudio indican que los participantes fueron capaces de hacer hasta 22 selecciones con el ratón por minuto mientras usaban distintas apps. Al teclear, los voluntarios fueron capaces de escribir hasta 30 caracteres por minuto y encontraron que el sistema era intuitivo y divertido. “Me pareció más natural que cuando podía usar el ratón”, asegura uno de ellos. Otro asegura tener más control con este dispositivo que con los otros que usa habitualmente.
Dos de los participantes habían perdido la movilidad a causa de la ELA
Los autores creen que este estudio abre importantes y nuevas vías de comunicación entre pacientes con déficits neurológicos severos y sus médicos y cuidadores, especialmente porque el interfaz se puede utilizar con dispositivos ya existentes en el mercado, como tabletas, móviles y ordenadores. Dos de los participantes habían perdido la movilidad de brazos y piernas a causa de una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad progresiva que afecta a los nervios del cerebro y la espina dorsal que controlan el movimiento. El tercer voluntario había sufrido una lesión medular. Los investigadores también apuntan a que el sistema podría ser útil en pacientes con síndrome de enclaustramiento (locked-in syndrome en inglés) que mantienen actividad consciente pero no pueden expresarse.
Referencia: Cortical control of a tablet computer by people with paralysis (PLoS ONE). DOI: 13(11): e0204566.
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