La muerte el pasado mes de marzo de Sudán, el último macho de rinoceronte blanco del norte, llenó al mundo de desolación. En poco más de 50 años, la subespecie había pasado de unos 2.000 ejemplares a la práctica desaparición, con la supervivencia de dos únicas hembras: Najin, la hija de Sudán, y Fatu, su nieta. Los ojos se pusieron entonces en la fecundación in vitro como última esperanza para salvar a estos animales, y solo unas semanas después tenemos los primeros resultados que podrían llevar algún día a recuperar la especie.
Se ha utilizado semen de machos del norte para fecundar óvulos procedentes de las hembras del sur
En un trabajo publicado este miércoles en la revista Nature Communications, el equipo de Cesare Galli y Thomas Hildebrandt ha anunciado varios avances importantes. El primero es que han conseguido llevar a cabo la primera fecundación in vitro para crear embriones híbridos de rinoceronte blanco del norte. La etiqueta de “híbridos” se debe a que se ha utilizado parte del semen conservado de Sudán y otros machos del norte para fecundar óvulos procedentes de las hembras de rinoceronte blanco, pero no del norte, sino del sur (especie de la que aún quedan más de 20.000 ejemplares). Estos embriones, conservados en forma de blastocistos, serían perfectamente implantables y conservarían parte de los genes de los rinocerontes blancos del norte antes de su inminente desaparición. De hecho, el siguiente paso que pretenden dar los autores del estudio es fecundar a hembras del sur con estos embriones par conseguir crías híbridas.
“Estos son los primeros embriones de rinoceronte producidos in vitro en la historia”
“Estos son los primeros embriones de rinoceronte producidos in vitro en la historia”, explica Hildebrandt. “Tienen una posibilidad muy alta de producir un embarazo una vez implantados en la madre subrrogada”. Para conseguir este paso, los investigadores han utilizado técnicas pioneras de fecundación aplicadas únicamente hasta ahora en la fertilización de caballos. “Para la fertilización utilizamos semen criopreservado de machos de rinoceronte blanco del norte muertos”, explica Jan Stejskal, investigador de uno de los zoológicos que han contribuido al trabajo. “El desarrollo exitoso de un embrión híbrido es un paso de gran importancia para conseguir el nacimiento de un rinoceronte blanco del norte a través de técnicas de reproducción artificial. De momento, la mitad de la información genética del embrión procede del rinoceronte blanco del norte”.
Otro de los objetivos de los investigadores es congelar más óvulos de las dos últimas hembras supervivientes del norte, pues tras probar la técnica intentarán repetir el procedimiento esta vez con esperma y óvulos que pertenezca 100 % a la subespecie amenazada.”Ahora estamos preñados para ir a Kenia y recoger oocitos de las dos últimas hembras de rinoceronte blanco el norte para producir blastocistos puramente del norte en los que óvulos y esperma procedan de esta especie”, adelanta Hildebrandt. Pero aun así, al quedar solo dos hembras disponibles y semen congelado de apenas cuatro machos (entre ellos Sudán) la falta de variabilidad genética haría prácticamente imposible crear una población de rinocerontes nacidos por reproducción in vitro que sobreviviera. Es aquí donde entra una segunda parte de la investigación, que consiste en buscar la manera de producir nuevas células germinales (óvulos y espermatozoides) que garanticen la variabilidad.
Utilizando células iPS se podría conseguir la variabilidad necesaria para revivir la población
Y los investigadores creen que pueden conseguirlo utilizando la denominadas (normalmente abreviadas como células iPS, por sus siglas en inglés). Dado que los óvulos y espermatozoides de rinocerontes blancos del norte son escasos, se podrían tomar células de otros tejidos criopreservados mucho más abundantes (como la piel) y transformarlos en gametos mediante esta técnica ampliamente utilizada hoy en día en procesos de biotecnología. “Las células madre pluripotentes tienen la capacidad de autorrenovarse indefinidamente y convertirse en cualquier célula de un organismo vivo”, apunta Galli. “Nosotros hemos conseguido generar con éxito células madre embrionarias de rinoceronte blanco del sur, con todas las características de las células indiferenciadas y gran capacidad para diferenciarse en distintos tipos”. Estas células han sido transferidas ahora a otro laboratorio para ver si se pueden transformar en células germinales y gametos que un día puedan usarse para crear nuevos embriones. De ser así, el rinoceronte blanco del norte aún tiene una posibilidad de escapar de la desaparición y revivir algún día gracias a la ciencia.
Referencia: Embryos and embryonic stem cells from the white rhinoceros (Nature Communications) DOI 10.1038/s41467-018-04959-2
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