Ciencia

Alan Weisman: “Si no reducimos la población, viviremos una tragedia”

El escritor estadounidense, autor del bestseller “El mundo sin nosotros”, vuelve a la carga con “La cuenta atrás”, una extensa reflexión sobre el problema de  la superpoblación publicada por Debate.  Según advierte, o tomamos medidas para volver a una cifra sostenible de humanos, o viviremos un futuro catastrófico. 

A Alan Weisman le sobran 5.000 millones de seres humanos. No es que sea un mal tipo ni un villano de película, sino que vive obsesionado con el destino de nuestra especie y el problema de la superpoblación.  En su anterior libro, “El mundo sin nosotros”, este periodista estadounidense de 67 años ya abordaba el posible escenario de un mundo en el que los humanos tenían un destino fatal para concienciarnos sobre nuestro efecto sobre la naturaleza. En su nuevo libro, “La cuenta atrás”, Weisman sostiene la tesis de que somos demasiados [7.000 millones de personas y subiendo] y estudia los distintos modelos de natalidad que se han puesto en práctica en el mundo en busca de soluciones. Aprovechamos su paso por Madrid para charlar con él de demografía. 

Otro libro sobre el apocalipsis, ¿no teme que le encasillen como un moderno Nostradamus?

Bueno, en mi anterior libro el mundo no se destruye, sino que se restaura. Pero en el epílogo de aquel libro me topé con el hecho dramático de la superpoblación y me pregunté qué pasaría si todos participáramos en la política china de tener solo un hijo. Y me di cuenta de que si comenzáramos mañana, volveríamos en unas décadas a los niveles de población que teníamos a principio del siglo XX. Y de ahí viene todo.

Dice usted en su libro que hemos convertido en un “monocultivo voraz”. ¿Somos una plaga para el planeta?

"Compartir de una manera justa en este mundo nunca ha pasado en la historia del ser humano"

El ser humano es una especie fantástica y yo no quiero que mi especie se extinga ni digo que sea ningún tipo de cáncer, pero cuando crece algo de una forma tan abrumadora que está borrando a las otras especies que son esenciales para su propia supervivencia... Si minimizamos nuestra presencia hasta un nivel sostenible, como los 2.000 millones, que era la población antes de empezar a alimentarnos a través de la química, sería aceptable. Volveremos a ser una especie en armonía con la naturaleza y no seremos ningún cáncer.

Si una minoría consume el 50% de los recursos, no estamos ante un problema de población sino de reparto, ¿no?

Bueno, tienes razón, pero eso de compartir de una manera justa en este mundo nunca ha pasado en la historia del ser humano. Si esperamos a  que se eleve la conciencia de toda la raza humana hasta el nivel de compartir, cuando suceda el mundo va a estar ya perdido.

Usted argumenta en el libro que con que bajara la media de medio hijo por mujer se solucionaría el problema, ¿cómo se hace eso?

A través del acceso universal a los anticonceptivos, que es una cosa baratísima, a propósito. Pagar el acceso universal costaría aproximadamente poco más de 8.000 millones de dólares anuales, que es la misma cifra que EE.UU. gastaba por mes durante toda la década pasada en las guerras de Irak y Afganistán.

¿El mejor anticonceptivo no es el bienestar? 

El acceso universal a los anticonceptivos costaría menos que las guerras de Irak y Afganistán

Claro, pero se sube el bienestar sobre todo con la educación femenina, porque las mujeres aprenden de la importancia de las vacunas y la planificación. Yo estuve en México cuando empezó su programa de planificación familiar. Vivía en un sitio bastante remoto y veía a gente llegar en burros cargados de anticonceptivos y vacunas, y las mujeres se dieron cuenta de que si vacunaban a sus hijos ya vivos iban a sobrevivir y podían tomar las píldoras y dejar de tener tantos niños que las agotaban, y problema solucionado. Eso junto a la telenovela, que es el deporte nacional en México. Hubo un programa que se llamaba "Acompáñame" que mostraba que las familias con menos hijos les iba mejor y episodios en que la mujer cansada de tener hijos decidía tomar la píldora. A medida que subía el número de televidentes la tasa de nacimientos bajó un 34% en 10 años, y hoy en día México está a punto del equilibrio.

La postura de la Iglesia sobre los anticonceptivos, ¿es un problema a nivel global?

Sí, es un problema, salvo en algunos países como en España e Italia donde hay un alto nivel de educación femenina y se ha bajado la tasa de natalidad.

Pero hay pequeños pasos atrás, como lo que sucede en España con la ley del aborto.

Sí, es un paso atrás, pero ¿sabes qué? Con acceso universal a los anticonceptivos se ha calculado que en vez de 40 millones de abortos anuales en el mundo al año se bajaría a 14 millones de abortos, no se me ocurre un programa antiabortos más eficaz.

Algunos no quieren saber nada de anticonceptivos.

Bueno, tiene otras prioridades y están con esa cuestión "provida" que es una mentira. Si fueran de verdad "provida" estarían aportando justamente de una manera justa alimentación y educación para los jóvenes.

Hay gente como el escritor Fred Pearce que consideran que la bomba demográfica ya se ha desactivado.

Fred sigue diciendo que la población se va a nivelar a 9'2 millones, pero eso son cifras antiguas de la ONU. Ahora dicen que hacia finales de siglo llegaremos a casi 11.000 millones de personas y no hemos llegado al final todavía, no sabemos.

Pero hay cosas ciertas, China se ha estabilizado...

Pero India, Pakistán y otros países de África son ejemplos contrarios. Y no son países distantes que no nos afectan. India está a punto de sobrepasar a China y Pakistán es una locura total

¿No tiene sentido pensar que cuando la población alcanza un límite se autorregula?

Pero lo que tú describes es una especie de apocalipsis, porque eso quiere decir que en vez de manejar la situación, lo dejamos en manos de la naturaleza, y eso es brutal. Cuando vemos lo que pasa en las poblaciones de depredadores y presas en los documentales de National Geographic es entretenido, cuando sucede con nuestra propia especie es una tragedia humana, es un holocausto. Yo quiero evitar una hambruna total, quiero usar la tecnología que ya tenemos, que es barata, y volvernos a un nivel sostenible.

Hablando de sostenibilidad, usted apunta al problema de la energía.

Claro. La urgencia es enorme ahora, porque tú usas electricidad, yo uso electricidad, todos usamos. Somos adictos a la energía. Si hablamos de bajar consumo, yo le pregunto a Fred ¿Y cómo? Paul Ehlrich dice en mi libro: "nadie ha inventado un condón contra el consumo todavía". No sabemos cómo masificar la energía renovable, y aunque supiéramos todo indica que necesitaríamos varias décadas para dejar de depender del petróleo y el gas natural. Estamos atrapados por los combustibles fósiles por medio siglo más.

En un modelo económico basado en el  crecimiento, la idea de consumir menos es un anatema.

"Algunos economistas quieren una muchedumbre de pobres peleando entre sí por unos sueldos miserables"

Bueno, los economistas dicen cosas que no tan ciertas como quieren que pensemos. Por ejemplo, esta cuestión de qué vamos a hacer con tantos mayores y pocos jóvenes pagando las pensiones. Mira, los mayores de 65 años son más productivos que cualquier niño. Los niños hasta los 20 años no aportan nada, le cuestan mucho a la economía, hay que alimentarles, vestirles, hacerles escuelas... y no ganan nada para la familia. Y a los economistas 'pro-crecimiento sin límites' les gustan las poblaciones grandes porque la mano es mucho más barata, hay una muchedumbre de pobres peleando entre sí por unos sueldos miserables.

Eso me suena…

Sí, si fueran menos españoles, y la tasa de crecimiento ya está descendiendo como en Japón, habría menos bocas que alimentar, menos tráfico, menos consumo de energía, menos presiones ambientales y menos químicos contaminando los ríos. Cuando hay menos trabajadores los sueldos no bajan, se mantiene y hasta suben, porque un trabajador es más valioso. Pero los economistas están en contra.

Leyendo su libro dan ganas de apuntarse al Movimiento de Extinción Humana Voluntaria.

Con menos españoles se reducirían los problemas

Acabo de ver al fundador, que asistió a una presentación mía en el Estado de Oregón, y me decía: el ser humano era una buena idea durante un tiempo, pero ahora estamos destruyendo el mismo nido donde vivimos, por nuestra presencia abrumadora. La única cosa que podemos hacer, según él, es admitir que ya no funciona y dejar de procrear, porque si no, no solo vamos a garantizar nuestra propia extinción sino a arrastrar a otras especies. Y me dijo: "piensa que cada decenio volvería a un estado más natural cada vez hasta que los últimos seres humanos verían la reaparición del jardín de Edén". Y eso, más o menos, era el concepto de mi libro "El mundo sin nosotros", hasta que me di cuenta de que yo quiero un mundo CON nosotros y decidí buscar que hay algo entre lo que él dice y lo que estamos haciendo. 

En qué lugar has sentido más esa bomba de relojería de la presión demográfica

La India está a punto de pasar a China, pero lo peor está en el país vecino, Pakistán, que crece sin parar. Hoy en día hay casi 200 millones de paquistaníes en un territorio como el de Texas, que tiene 26 millones de habitantes. Hacia mediados de siglo habrá casi 400 millones, y eso es mucho más que la población de EEUU entero. Y la economía no puede alcanzar a emplear a millones de hombres frustrados que se convierten en pistoleros en las calles, porque hay una guerra eterna ahora en las calles o en terroristas, porque es un campo fértil.

¿Usted tiene hijos?

Teníamos una hija que se nos murió y unos embarazos que no resultaron, pero íbamos a parar con una sola hija. Con la cifra de dos hijos por persona no crecería la población, y la idea de limitarse a dos suena aceptable a la gente, no es lo mismo que uno. Si hacemos esto durante dos o tres generaciones vamos a tener una cifra más sostenible.

Puede que temporalmente, pero volveríamos a las andadas…

Tenemos que intentar entender que ese el único planeta que tenemos y el crecimiento sin límites es imposible en un planeta que no crece, tanto por población como por economía. Es muy interesante que los programas voluntarios que han tenido tanto éxito o más que el programa chino han sido creados por economistas visionarios, como por ejemplo Tailandia, o Irán, el más exitoso de todos. Allí fue un economista el que le dijo al ayatolá que debía planificar y parte de su programa era persuadir a las mujeres para que se quedaran en la escuela, posponiendo sus partos. Hoy en día el 60% de alumnos universitarios iraníes son mujeres y está muy lejos de lo que ocurre en Pakistán.

Hay una de las entrevistadas de su libro que recita un poema indio: "Cuando miro al mañana se me hiela el corazón". ¿Se le hiela a usted también?

Mira, estoy preocupado por el futuro, pero a través de la investigación para este libro salí más esperanzado porque veo que es algo aceptado, deseado y muy barato que puede bajar nuestro impacto sobre el medio ambiente más rápido que cualquier otra cosa. Es algo que podemos hacer y debemos hacer.

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