Una especie desconocida y actualmente extinta de chimpancés vivió en la selva de África central hace medio millón de de años y se apareó y tuvo descendencia fértil con los bonobos. Son las principales conclusiones de una investigación que se publica este lunes en la revista Nature Ecology and Evolution y ha sido dirigida por Tomàs Marquès-Bonet y Martin Kuhlwilm, investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE).
Este mismo equipo ya reveló que los bonobos y los chimpancés, las dos especies que componen el género de los chimpancés (Pan), se habían cruzado dando lugar a descendencia, igual que lo hicieron los neandertales y los humanos modernos. Ahora, identifican en el genoma completo de bonobos salvajes modernos la huella de una especie ancestral ya extinguida, que convivió con las dos especies y se cruzó con los bonobos en la selva de África Central hace más de 400000 años.
El equipo ha comparado el genoma de 59 chimpancés y 10 bonobos salvajes modernos
Las tres especies habrían vivido prácticamente en la misma región durante millones de años, bordeando el río Congo. La impenetrable barrera del río crecido podría haber aislado a la especie desconocida en algún momento, mientras que las épocas de sequía habrían permitido a las especies cruzarse entre ellas. "La separación de poblaciones de simios causada por la formación del río Congo hace 3.5 millones de años o durante posteriores periodos secos podría explicar la aparición de una población antigua diferenciada", comenta Kuhlwilm. "Lo que ahora queda claro es que la especie fantasma ahora extinguida, que se separó del ancestro común de chimpancés y bonobos hace entre 3 y 4 millones de años, se cruzó con los bonobos dando lugar a descendencia fértil hace más de 400000 años".
Un fósil genómico
Para realizar el estudio, el equipo de investigación ha comparado el genoma de 59 chimpancés y 10 bonobos salvajes modernos, identificando pequeños fragmentos de ADN que no podían provenir de un cruce antiguo entre las dos especies conocidas o de una mutación aleatoria. "Esos fragmentos tenían que venir de otra fuente", comenta Marquès-Bonet, profesor de investigación ICREA en la UPF.
Los métodos empleados han servido anteriormente para identificar características de neandertal en humanos
Para resolver la encrucijada el equipo empleó técnicas estadísticas con un gran poder predictivo, utilizadas comúnmente para identificar especies humanas extinguidas. "Los métodos empleados han servido anteriormente para identificar características de neandertal en humanos sin necesidad de utilizar genoma neandertal", comenta Kuhlwilm. El equipo no encontró señales consistentes de este "ADN fantasma" en los chimpancés, aunque los bonobos sí que mostraban estas regiones genuinamente distintas.
"A través de esta información genética, podemos releer la historia de los simios africanos y proponer que hubo una vez una tercera especie de chimpancé viviendo en la selva centro-africana", resume Kuhlwilm.
Los simios tienen su hábitat natural en los árboles de la selva tropical, con un suelo ácido donde la materia orgánica se descompone muy rápidamente. La posibilidad de encontrar fósiles de simio con ADN antiguo preservado en la cuenca del Congo es por este motivo muy remota. Esto contrasta con los muchos fósiles de homínidos conservados hasta la fecha, principalmente en las cuevas que estos habitaban. Dada la ausencia total de fósiles de chimpancé, la información genética se vuelve crucial para llegar a entender cómo era este simio fantasma y en qué medida difería de los chimpancés y los bonobos. "Buscar el rastro de simio ancestral en el genoma moderno de bonobo puede ser la única estrategia para revelar o conocer esta población extinguida, como si se tratara de un fósil genómico", comenta Marquès-Bonet.
Una posible ventaja evolutiva
La investigación no ha revelado el papel que los fragmentos de ADN de "chimpancé fantasma" han tenido en los bonobos, suponiendo en promedio un 3% del total de su genoma. Aun así, se considera que este cruce les podría haber otorgado alguna ventaja evolutiva, y por eso los fragmentos se habrían conservado hasta la actualidad. "Hay señales de que este cruce reforzó el sistema inmune de los chimpancés, igual que cruzarnos con los neandertales reforzó el nuestro", comenta Kuhlwilm. Los investigadores también han observado que el cruce de bonobos con la especie fantasma podría haberles beneficiado con una mayor adaptación a diferentes fuentes de alimentos.
El cruce de bonobos con la especie fantasma podría haberles beneficiado
Recientemente se ha comprobado que los chimpancés y los bonobos son los parientes más cercanos del ser humano. "Por nuestro parecido con ellos, cualquier descubrimiento hecho en los mecanismos de adaptación y evolución de los bonobos podría tener repercusiones y hablar de la historia de los homínidos", concluye Marquès-Bonet.
Referencia: Ancient admixture from an extinct ape lineage into bonobos (Nature Ecology & Evolution) DOI: 10.1038/s41559-019-0881-7
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