La presencia de nubes en el cielo nocturno aumenta la pérdida de hielo en Groenlandia en más de un 30 por ciento cada año. Son las conclusiones de un trabajo publicado este martes por el equipo de Kristof Van Tricht en Nature Communications que se basa en el análisis de imágenes por satélite, observaciones sobre el terreno y un modelo climático regional.
La capa de nubes que impide que la radiación escape hacia el exterior
El hallazgo, según los autores del trabajo, subraya la necesidad de incluir el estudio de la nubosidad en los modelos climáticos para predecir mejor sus efectos sobre el deshielo. El derretimiento de la placa groenlandesa se ha convertido en una de las fuentes que más contribuyen al aumento del nivel de los océanos en las últimas décadas. Hasta ahora se sabía que buena parte de este fenómeno se produce por la capa de nubes que impide que la radiación escape hacia el exterior del atmósfera, aunque no se ha medido bien en qué medida contribuyen los diferentes tipos de nubes.
El equipo de Van Tricht ha cuantificado la cantidad de energía que se queda y escapa sobre esta zona del planeta tanto de día como de noche y ha descubierto algo inesperado: en lugar de aumentar el deshielo durante las horas del día, el efecto es mayor durante la noche. Las nubes nocturnas, aseguran los investigadores, están limitando el enfriamiento del agua superficial y este hecho aumenta en un 30% la pérdida de hielo cada año.
Referencia: Clouds enhance Greenland ice sheet meltwater runof (Nature Communications) DOI 10.1038/ncomms10266
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