Los vehículos aéreos no tripulados, los populares ‘drones’, se han convertido en una herramienta muy útil para investigar la naturaleza y su popularidad está en aumento, pero también podrían estar teniendo un impacto no deseado e imprevisto en la vida salvaje. Así lo aseguran los especialistas Jarrod Hodgson y Lian Pin Koh en un informe publicado en la revista Current Biology, en el que advierten de que esta nueva tecnología puede ser una problema y de que actualmente hay muy poco conocimiento sobre sus riesgos.
Un dron podría estresar bastante a las aves, por ejemplo
“Aunque aparentemente un dron no esté molestando a un animal, podría estar estresándole bastante”, explica Hodgson. “Por ejemplo, un pájaro podría elegir quedarse cerca de un dron incluso cuando está estresado porque está incubando un huevo o protegiendo a sus polluelos”. “Es probable que las respuestas animales varíen dependiendo de muchos factores, incluyendo la especie, el contexto histórico y ambiental, así como el tipo de dron y su forma de funcionar”, añade.
Hodgson afirma que considerando el aumento de la popularidad de los ‘drones’ como herramientas entre los biólogos de campo, y sus posibles impactos negativos en la naturaleza, es necesario dar el paso para minimizar y manejar el riesgo. “Un código de buenas prácticas permitirá el uso informado de drones, mientras que mitigará o aliviará las potenciales molestias a la vida natural”, afirma. Los investigadores ofrecen un grupo de recomendaciones como base para este código de uso de drones en el entorno de animales y/o con el propósito de investigación animal.
Consideran que este código debería ser el primer paso en el desarrollo de protocolos específicos por especies que reduzcan las posibles molestias para la vida salvaje.
Sus recomendaciones incluyen:
- Adoptar un principio de precaución en vez del de prueba o evidencia.
- Usar los procesos de ética animal institucionales para evitar descuidos
- Cumplir con las regulaciones de la aviación civil; mantenimiento regular y entrenamiento
- Seleccionar los drones apropiados para cada trabajo.
- Llevar a cabo prácticas de vuelo con la mínima molestia al mundo animal, y parar los ejercicios si son perturbadores.
- Publicar informes detallados de métodos y resultados.
"En un momento de cambios sin precedentes, estas técnicas nos ayudarán a comprender, manejar y conservar la biodiversidad de nuestro planeta; y maximizarán el potencial de los drones como poderosas herramientas de supervivencia ecológica de bajo impacto”, afirma Hodgson.
Referencia: Best practice for minimising unmanned aerial vehicle disturbance to wildlife in biological field research (Current Biology)
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