Uno de los argumentos más repetidos por quienes no creen en las energías renovables es que en el proceso de fabricación de estas tecnologías se emite también a la atmósfera una gran cantidad de dióxido de carbono que contribuye al calentamiento global. Pero, ¿qué cantidad se ha emitido y cuánta se ha evitado durante las últimas décadas? El equipo de Wilfried van Sark ha realizado los cálculos de la cantidad de emisiones producidas y evitadas por la energía solar entre 1976 y 2014 y concluye que las cuentas están equilibradas.
En un trabajo publicado este martes en Nature Communications, los investigadores aseguran que la energía solar ya ha compensado los gases de efecto invernadero emitidos por la construcción de los paneles solares en los últimos 40 años. En este tiempo, los paneles fotovoltaicos se han hecho más eficientes, explican, y su construcción ha reducido la emisión de gases entre un 17 y un 24 por ciento, dependiendo del material usado en los paneles.
Utilizando datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y de la ONU, los autores han reconstruido el ciclo completo de fabricación y puesta en marcha de los paneles solares y han elaborado bases de datos propias para comparar cifras de emisión en los distintos puntos del proceso, así como la cantidad de emisiones que ha ahorrado esta forma de energía. Teniendo en cuenta las incertidumbres del modelo, en el peor de los casos la energía solar habría compensado su huella de carbono entre 2017 y 2018.
Referencia: Re-assessment of net energy production and greenhouse gas emissions avoidance after 40 years of photovoltaics development (Nature Communications) DOI 10.1038/ncomms13728
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