Algunos de los tratamientos más frecuentes contra el cáncer, como la inmunoterapia y la quimioterapia, someten al cuerpo de los pacientes a un estrés físico similar al que sufren los astronautas durante un viaje espacial. Para paliar los efectos de este estrés, la NASA lleva años mejorando un duro programa de entrenamiento que reduce el impacto sobre las tripulaciones. Por este motivo, la investigadora Jessica Scott y su equipo se han preguntado si una estrategia similar podría ayudar de manera similar a los enfermos de cáncer y mejorar su recuperación.
En un trabajo publicado este jueves en la revista Cell, Scott y los suyos ofrecen los detalles de un estudio para el que han provisto a los pacientes voluntarios de un sistema similar al que usan los astronautas: una cinta de correr y un sistema de monitorización de los principales parámetros vitales que permite seguir sus progresos. “Fue una sorpresa encontrar tantas similitudes entre los astronautas en vuelo espacial y los pacientes durante el tratamiento”, explica Scott. “Ambos sufren un descenso de la masa muscular, una descalcificación de los huesos y cambios en la función cardiaca”.
Los efectos también son parecidos sobre el cerebro. “Los astronautas sufren un efecto llamado ‘niebla espacial’ cuando tienen problemas para concentrarse y se vuelven un poco olvidadizos. Eso es muy parecido a la confusión que experimenta un paciente de cáncer durante el tratamiento con la quimio”.
Un aspecto que llamó la atención de los investigadores es que a pesar de presentar síntomas similares, astronautas y pacientes de cáncer recibían consejos muy distintos para afrontar este periodo de intenso estrés físico. Mientras que a los primeros se les pide hacer más ejercicio, a los enfermos se les pide descansar de cara al tratamiento e incluso tienen que solicitar permiso al médico si quieren hacer algún tipo de deporte o esfuerzo.
Utilizar el plan de ejercicio de la NASA podría ayudar a afrontar los efectos secundarios de los tratamientos
El equipo de Scott cree que utilizar el mismo sistema de entrenamiento y obligar a hacer ejercicio a los pacientes puede tener efectos positivos para resistir los tratamientos. “Es hora de pensar en cómo utilizar las estrategias de la NASA para afrontar algunos de estos efectos secundarios de los tratamientos del cáncer”, insiste la investigadora. “Muchos pacientes no se mueren del cáncer, sino que están en riesgo de morir por estos efectos secundarios. Utilizar el plan de ejercicio de la NASA podría ayudar en esto”. Cada año millones de pacientes afrontan estas terapias en el mundo, apuntan, y buscar nuevas estrategias para ayudarles a soportar mejor estos tratamientos debe ser una prioridad para los especialistas.
Referencia: Multisystem Toxicity in Cancer: Lessons from NASA's Countermeasures Program (Cell)
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