Ciencia

¿Quién mató al perezoso gigante?

La desaparición de la megafauna en la zona de la actual Patagonia hace unos 12.000 años sigue siendo un misterio para los científicos. Un equipo ha encontrado pruebas que aclaran el papel que tuvieron los humanos en aquella súbita extinción.

En algún momento del pasado remoto, cuando los seres humanos ya andábamos por la Tierra, desaparecieron súbitamente algunas de las mayores especies que lo habitaban. Ocurrió en Australia, hace 50.000 años, cuando canguros gigantes, leones marsupiales y pájaros enormes desaparecieron de pronto. Y lo mismo en África, Norteamérica y Madagascar. Casi todos los animales que pesaban más de 50 kilos desaparecieron de amplias regiones del planeta sin que sepamos la explicación. Los científicos investigan si la presencia humana, y la explotación de recursos como la quema de pastos para alimentar al ganado o la cacería intensa, pudieron tener una relación directa con este acontecimiento, o si fueron causas climáticas las que forzaron esta desaparición.

En apenas unos miles de años, muchos de los grandes mamíferos desaparecieron de la faz de la Tierra

En la zona de la Patagonia, en el sur del continente americano, ocurrió algo muy parecido hace unos 12.000 años y en las mismas fechas en que llegaron allí los primeros habitantes procedentes del norte. Especies enormes como el perezoso gigante- una criatura que podía medir más de seis metros - el oso de cara plana o el tigre dientes de sable, desaparecieron en un periodo de tiempo muy corto y de manera brusca, según el registro fósil. Para conocer mejor los detalles, un equipo internacional de investigadores encabezados por Alan Cooper ha analizado varias muestras de ADN extraído de huesos y dientes encontrados en Patagonia y Tierra de Fuego y datados mediante pruebas de carbono, y han contrastado todas las pruebas sobre el clima y la actividad humana.

El resultado, que se publica en la revista Science Advances, indica que la desaparición pudo deberse a la combinación de la presencia humana y los factores climáticos, pero que fue básicamente la subida brusca de las temperaturas la que acabó con los grandes animales. Las pruebas apuntan a que se produjo una especie de "tormenta perfecta" y que la megafauna desapareció tiempo después de que los humanos hubieran llegado a la zona, hace unos 12.300 años, cuando el clima se volvió más cálido.

Restos de un guanaco del que se han extraído muestras de ADN. Alan Cooper/Malmo Museum

“La colonización humana no dio lugar inmediatamente a extinciones, pero solo mientras hizo frío”

"Patagonia ha resultado ser la piedra de Rosetta", asegura Cooper, "y muestra que la colonización humana no dio lugar inmediatamente a extinciones, pero solo mientras hizo frío". En realidad, explica, "tuvieron que pasar más de 1.000 años de ocupación humana antes de que tuviera lugar un rápido calentamiento y la megafauna se extinguiera en unos pocos cientos de años". "América es única en tanto que los humanos se movieron a través de dos continentes, desde Alaska a Patagonia, en solo 1.500 años", asegura Chris Turney, investigador de la Universidad de Nueva Gales del Sur. "Mientras lo hacían, pasaron por diferentes estados climáticos - templado en el norte y frío en el sur. Como resultado, podemos contrastar cuál fue el impacto humano bajo diferentes condiciones climáticas".

Como resultado de aquella combinación de clima y presión humana, los únicos grandes mamíferos de aquella época que quedaron en el continente fueron las actuales llamas y alpacas, incluso a pesar de que muchas de ellas desaparecieron también entonces. 

Referencia: Synergistic roles of climate warming and human occupation in Patagonian megafaunal extinctions during the Last Deglaciation (Science Advances)

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