Ciencia

Un español a la caza de las “locuras” perdidas de Géricault

Tras hallar la “monomanía” de la melancolía en 2021, el neurocientífico español Javier Burgos ha localizado un nuevo cuadro de la serie en la que Géricault retrató la enfermedad mental. Con el hallazgo de este retrato de una víctima del alcoholismo, ya solo quedan otros tres por encontrar.

La investigación emprendida por el investigador Javier S. Burgos en 2017 empieza a parecerse al guion de un thriller de Hollywood protagonizado por Tom Hanks. Como adelantó Vozpópuli, en el año 2021 el neurocientífico español localizó en Italia una de las cinco “Monomanías” perdidas de Théodore Géricault, perteneciente a la serie de diez cuadros que el artista francés pintó hacia 1823 y en los que retrató a varios enfermos mentales internos en psiquiátricos de París.

De aquellas diez obras solo se conocían y conservaban cinco retratos, expuestos en diferentes museos del mundo y dedicados a las monomanías de la envidia, la ludopatía, la fijación obsesiva, la cleptomanía y el rapto de niños. Hasta que, después de una exhaustiva investigación, Burgos localizó una sexta monomanía de Géricault, desconocida hasta entonces, dedicada a la melancolía religiosa, cuya existenciadesveló en un artículo en la revista médica The Lancet Neurology.

Ahora, y solo un año después de aquella sorpresa para el mundo científico y artístico, este mismo investigador revela en una carta a la misma revista científica la existencia de la séptima monomanía de la que tampoco se tenía noticia hasta ahora. Si el primero de los retratos perdidos apareció en una colección privada en Italia, esta vez el hallazgo lo ha hecho en una pequeña galería de Versalles, en París. El cuadro representa la monomanía de la borrachera, uno de los males que los llamados “alienistas” — los médicos franceses que investigaban la enfermedad mental a principios del siglo XIX — describían como más frecuente y que conducía con el tiempo a la demencia.

La monomanía de "La borrachera" de Géricault, localizada en París.Javier S. Burgos

“Yo creo que tengo otro”

Aunque Javier Burgos mantenía varias líneas de investigación abiertas para localizar las otras monomanías perdidas, el mensaje por correo de un galerista francés que le llegó en enero de este año le pilló por sorpresa. “Estaba muy interesado en la monomanía de la melancolía que yo había localizado y me pidió todo tipo de detalles”, recuerda el investigador en conversación con Next. “Hasta que de repente me soltó: ‘es que yo creo que tengo otro’”.

“El protagonista lleva una camisa abierta como si tuviera hipertermia, mejillas rojas, y como un golpe en la cabeza…”

El neurocientífico, que ahora trabaja como investigador en la Universitat Jaume I, tomó un vuelo hasta París y pasó toda la mañana en la pequeña galería, donde el dueño de la colección le explicó que tenía el cuadro de Géricault desde hacía dos años, que pertenecía a un cliente que lo quería vender, y que sospechaba que podía tratarse de otro de los retratos de la serie. “Empezamos a verlo y resulta que, aunque está pintado en el invierno de 1822, el protagonista lleva una camisa abierta como si tuviera hipertermia, mejillas rojas, y como un golpe en la cabeza…”, recuerda Burgos. “El galerista cree que se trata de un borracho”.

Por detrás del Géricault

A primera vista, al investigador español le pareció que el cuadro podía pertenecer perfectamente a la serie de las monomanías por varias razones, desde el tamaño a la composición, el fondo o la ropa que lleva el retratado. “Pero es cuando esta persona me enseña lo que el cuadro tiene por detrás cuando me quedo boquiabierto”, subraya. “El galerista le dio la vuelta y tenía por detrás un cartel en el que se podía leer: “Este retrato de un hombre loco pintado por Géricault me fue entregado por la viuda de D. Maréchal el 9 de noviembre de 1866, en París”.

El cartel en la parte posterior del cuadro.reproducido con permiso de la galería.

De entre todas estas palabras, además de la confirmación aparente de que se trata de una obra de Géricault, en la mente de Javier Burgos retumbaba un nombre: Maréchal. Porque la pista de las cinco monomanías perdidas se pierde precisamente en 1828 tras la muerte del médico alienista Georget, que poseía la serie completa y dividió los cuadros en dos lotes para sus dos discípulos Maréchal Lachèze. Los cinco cuadros más conocidos y que se exponen en museos desde hace años llegaron a través del segundo, pero de los cinco asignados a Maréchal no se sabía nada hasta ahora, hasta que él mismo empezó a tirar del hilo.

Datación certificada

Otro de los elementos que le da solidez al hallazgo es que el cartel de la parte de atrás del cuadro fue analizado por un empresa Art in Lab (Paris) en el año 2018, quienes mediante espectroscopía de infrarrojos y de fluorescencia de rayos X confirmaron que la celulosa del papel se produjo en la segunda mitad del siglo XIX. 

Todos estos datos, junto con la fecha a la que remite el cartel de la parte posterior y el hecho de que Georget y otros alienistas describieran a menudo el alcoholismo como una de las monomanías más frecuentes, invitan al investigador español a pensar que se trata de otras de las monomanías perdidas del pintor francés. 

“Los seis retratos tienen un tamaño similar y muestran características técnicas y estilísticas comunes”

"He localizado un segundo retrato desaparecido de la serie Maréchal en una galería de arte en Francia”, escribe en su carta a The Lancet Neurology. “Los seis retratos tienen un tamaño similar y muestran características técnicas y estilísticas comunes, y la composición de este retrato recién descubierto es idéntica (una cara iluminada sobre un fondo oscuro). El hombre retratado viste una camisa similar a otras prendas vistas en la serie. Además, la paleta de colores y el patrón de pinceladas son muy parecidos a los de los otros retratos”.

Un detalle de la expresión del personaje del nuevo retrato |Javier S. Burgos

La apariencia del hombre, añade, es congruente también con una de las monomanías clásicas: la monomanía resultante de la embriaguez. “El retrato muestra varios signos de este tipo de perturbación: mejillas enrojecidas, una camisa abierta que sugiere hipertermia (a pesar de que su gorro de invierno revela el frío), y dos heridas superficiales (un chichón y un hematoma) en el lado izquierdo de la frente, tal vez como consecuencia de un episodio de borrachera”.

Con todas estas pruebas encima de la mesa, parece claro que la séptima de las monomanías de Géricault ha sido localizada, por lo que solo quedarían otras tres por encontrar. Y Javier Burgos confiesa que ya sabe de qué otros hilos tiene que tirar. 

Referencia: Monomania of drunkenness by Géricault (The Lancet Neurology) | Más info: Un investigador español encuentra uno de los retratos perdidos de la ‘locura’ (Next)

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP