Ciencia

Globo espía: por qué no es buena idea espiar desde la estratosfera

El especialista Fernando Ortuño aporta en este artículo los argumentos para pensar que el globo chino que sobrevuela EE.UU. no es un aparato para el espionaje como asegura el Pentágono.

En las últimas horas un revuelo se ha creado alrededor de un gigantesco globo estratosférico que sobrevuela el territorio de los Estados Unidos lanzado por China. La especulación se ha elevado tras las declaraciones de oficiales de alto rango del departamento de Defensa estadounidense que han etiquetado el globo como un artefacto de “vigilancia”, algo que rápidamente ha desatado todo tipo de teorías al respecto.

Si bien es posible que se use uno de estos globos estratosféricos y su carga tecnológica para realizar misiones de espionaje, estos artefactos no son ni de lejos los más recomendados para esta tarea, quedando muy por debajo de lo que los satélites de reconocimiento militar pueden hacer con prestaciones mucho más elevadas, donde se pueden cubrir enormes extensiones de terreno y transmitir los datos con más rapidez debido a la altura a la que se encuentran.

Pero ¿cómo saber que no es un globo espía? La respuesta es indirecta y viene sobre todo de saber todo lo que estos globos no pueden hacer.

1. No pasan desapercibidos

Un globo estratosférico de estas características y su carga suele tener un diámetro en superficie igual de grande que una vivienda pequeña, pero al alcanzar su altura de crucero adquieren un diámetro que puede ser igual al de dos Airbus A380, unos 140 metros, por tanto no son objetos que pasen desapercibidos en el cielo.

Incluso globos estratosféricos con un tamaño más moderado suelen ser perfectamente visibles en las horas cercanas al crepúsculo, por lo que no son nada discretos.

¿Qué utilidad tiene un globo que va a la deriva si ya puedes espiar con el satélite?

En mi experiencia personal, he tenido reportes de avistamientos de objetos no identificados que han coincidido con los momentos en los que realizaba alguna campaña de observación en la estratosfera.

2. Van donde les lleve el viento

Literalmente. No tienen propulsión propia y dependen de las condiciones reinantes en la atmósfera. Todos sabemos la dificultad de saber el tiempo que va a hacer más allá de unos pocos días. Ahora pongamos el caso de un objeto lanzado desde China que ha cruzado todo el océano hasta alcanzar los Estados Unidos. Habría tardado más de una semana a una velocidad moderada hasta alcanzar su objetivo, y para entonces la incertidumbre sobre los lugares a sobrevolar sería muy elevada.

Un objeto lanzado desde China tarda muchos días en cruzar todo el océano hasta alcanzar los Estados Unidos

En las reuniones en ciertas campañas de lanzamiento de globos hemos tenido predicciones muy especializadas de alto valor científico y no hemos sido capaces de reducir la incertidumbre sobre la trayectoria más allá de decenas o cientos de kilómetros en vuelos de larga duración.

3. Dificultad para transmitir datos

Seamos sinceros, en esto no hay color. Para poder transmitir datos con rapidez e inmediatez los satélites le ganan la carrera a los globos estratosféricos. Su línea de visión les permite tener una cobertura global para transmitir datos a una velocidad pasmosa. Un globo estratosférico espía tendría que tener estaciones próximas o retransmitir a satélites para poder tener ese ancho de banda, y en ese caso ¿qué utilidad tiene si ya puedes espiar con el satélite?

De nuevo, en campañas de investigación he vivido eso en mis propias carnes. Durante la campaña del telescopio estratosférico Sunrise II en 2013 disfrutamos de un ancho de banda sensacional durante el lanzamiento y las horas iniciales mientras que el telescopio estaba en la línea de visión de nuestras estaciones de seguimiento, pero una vez perdida la telemetría llegaba a unos pocos kilobytes por segundo, casi como en los inicios de internet.

4. Poco útil para mirar a tierra

La estratosfera es una excelente plataforma de observación científica. A la altura a la que vuela el globo estratosférico hay un enorme porcentaje de la atmósfera por debajo, por lo que resulta de interés para medir todo tipo de variables meteorológicas, físicas e incluso espaciales sin la perturbación de la atmósfera. En comparación, tiene poca utilidad respecto a la observación espacial para mirar hacia la Tierra.

5. Globo espía a la deriva

Dadas las características aparentes del globo, parece un globo llamado de “superpresión” que puede aguantar flotando durante varias semanas, en comparación con los de “presión cero” que van perdiendo el gas progresivamente hasta caer. Dichos globos suelen tener además dispositivos pirotécnicos que los operadores activan para que caiga sobre la zona prevista de aterrizaje.

Un fallo en la activación del mecanismo podría haber dejado a la deriva el globo y su carga, permaneciendo indefinidamente navegando hasta que la degradación de los materiales acabe por romper el globo. De seguir intacto, es probable que las corrientes los lleven en las próximas semanas hacia Europa o norte de África, así que, atentos al cielo. 

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* Fernando Ortuño es presidente de la Asociación de Divulgación Científica de la Región de Murcia y fundador del Proyecto Daedalus de investigación de la estratosfera. En los últimos 15 años ha dirigido y lanzado más de 30 campañas de observación de globos estratosféricos entre las que destaca la misión del telescopio solar estratosférico Sunrise II en el Círculo Polar Ártico.

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