Hace aproximadamente un millón de años, los primeros homínidos comenzaron a salir de África en diferentes oleadas y fueron llegando a los distintos extremos del planeta. La teoría más aceptada asume que una última oleada, hace unos 100.000 años, llevó a los Homo sapiens hasta Europa y Asia y de ahí hasta colonizar el planeta, pero ¿cómo consiguieron salir en condiciones de aridez y sequía de aquellos vastos territorios?
El equipo de Mark Cuthbert ha realizado un estudio detallado de los recursos hídricos en el Rift de África Oriental, un lugar clave en la evolución de los primeros grupos humanos y que sigue desplazando una parte de la masa continental africana. El trabajo, publicado en Nature Communications, se centra en un área de más de dos millones de kilómetros cuadrados que va desde el norte de Tanzania a Etiopía, y el análisis hidrogeológico indica la presencia de más de 450 manantiales de agua dulce en la región separados a diferentes distancias. Cuando el equipo cruzó estos datos con los modelos de los movimientos de los homínidos en los periodos de salida del continente comprobaron que existía una coincidencia y que estos primeros grupos pudieron aprovechar las fuentes para su avance.
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“Esto tiene implicaciones muy importantes para la evolución humana”, asegura Ashley. “No decimos nada sobre por qué los humanos abandonaron África. Solo estamos diciendo que fue posible salir de África yendo de un manantial al siguiente y que pudieron viajar durante periodos de sequía”. Los autores han bautizado esta hipótesis como “Hydro-refugia” e introduce un nuevo factor en la posible explicación de la expansión del ser humano. Hasta ahora se asumía que esta dependió exclusivamente de los cambios ambientales, pero Ashley y su equipo introducen la posibilidad de que las fuentes de agua dulce almacenadas bajo la tierra fueran un recurso que les permitiera superar la sequía. Las simulaciones por ordenador indican que el desplazamiento habría sido perfectamente posible, asumiendo que aquellos grupos pudieran viajar unos 180 kilómetros cada tres días.
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“En algunos lugares puede que la gente no pudiera migrar y que se quedaran durante un largo periodo en un manantial hasta que volvían las lluvias y se abrían nuevas fuentes que les permitían continuar en movimiento”, asegura Ashley. “El clima cambiaba, pero la geología permitido el desarrollo y mantenimiento de estos manantiales -hydro-refugia - en el paisaje, lo que permitió a los humanos dispersarse y salir de África”, concluye la investigadora. “La cuestión más importante es qué les motivo para moverse por el valle arriba. Sabemos que lo hicieron y hemos demostrado que fue posible, pero no tenemos una razón lógica que explique por qué lo hicieron”.
Referencia: Modelling the role of groundwater hydro-refugia in East African hominin evolution and dispersal (Nature Communications) DOI 10.1038/ncomms15696
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