El equipo de David Labonte, de la Universidad de Cambridge, ha comparado la masa y el tamaño de la pisada de 225 especies animales capaces de trepar por las paredes, incluyendo insectos, ranas, arañas y lagartos. El resultado, publicado este lunes en la revista PNAS, establece por primera vez la relación entre la masa y la cantidad de superficie que debe cubrirse de adhesivos para no caer de una superficie vertical. El límite, aseguran los autores, está en el tamaño que tienen actualmente los geckos.
Los humanos necesitaríamos tener un pie de la talla 145, dicen los autores
Según esta relación, a medida que aumenta el volumen y la masa de un animal debe incrementarse la cantidad de superficie corporal cubierta de adhesivo, lo que establece un límite físico para la aparición de esta habilidad en la naturaleza. A partir del tamaño de los geckos, aseguran los científicos, el animal debería desarrollar unas patas demasiado grandes para poder ser eficientes. Los humanos, por ejemplo, necesitaríamos tener cubierta un 40% de nuestra superficie para poder caminar por las paredes como Spiderman, algo que va más allá de nuestros límites físicos. "Si un humano, por ejemplo, quisiera caminar por una pared como un gecko, necesitaría tener pies enormes e impracticables - nuestros zapatos deberían ser de una talla 145", explica Walter Federle, coautor del trabajo.
Los científicos creen que estas conclusiones pueden ser importantes a la hora de desarrollar dispositivos a gran escala con adhesivos inspirados en la naturaleza, ya que solo serán eficientes a determinadas escalas. "A medida que aumenta el tamaño, la cantidad de superficie por volumen disminuye", explica Labonte. "Esto implica que hay un límite en la adherencia de las patas como solución evolutiva para escalar, y resulta que está justo en torno al tamaño que tiene un gecko".
Sobre la solución que han encontrado las distintas especies para adherirse a las superficies, los científicos recalcan que se trata de un caso de convergencia evolutiva, en el que la naturaleza llega por distintas vías a la misma solución. "Hemos estudiado una enorme variedad de animales", asegura el autor principal. "Un araña y un gecko son tan diferentes como un humano y una hormiga, pero si miras a sus patas tienen patas muy parecidas". Sin embargo, existe una solución que podría ser aplicable en dispositivos artificiales, que es la que aplican animales como las ranas. "Dentro de las ranas, hemos descubierto que han optado por hacer sus patas más pegajosas en lugar de más grandes", asegura Christofer Clemente, coautor del estudio. "esto es un gran ejemplo de limitación evolutiva y evolución".
Referencia: Extreme positive allometry of animal adhesive pads and the size limits of adhesion-based climbing (PNAS) DOI: 10.1101/033845
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