Con lo que sabíamos sobre la biología de los insectos hasta ahora, suponíamos que cuando un pájaro engullía a un espécimen ni este ni su descendencia tenía ninguna posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, el equipo de los investigadores japoneses Kenji Suetsugu, Katsuro Ito y Takeshi Yokoyama demuestra este lunes que estábamos en un error y que existen al menos tres especies de insecto palo cuyos huevos sobreviven al proceso y eclosionan tras ser digeridos y eyectados por el pájaro.
Entre el 5 y el 20% de los huevos en el interior de las hembras eran excretados sin haber sufrido daños
En un trabajo publicado en la revista Ecology, los autores describen una serie de experimentos en los que daban a comer diferentes insectos palo a aves de la especie bulbul orejipardo (Hypsipetes amaurotis) y observaban los resultados. Para las tres especies, entre el 5 y el 20 por ciento de los huevos en el interior de las hembras eran excretados sin haber sufrido daños. En una de las especies, los huevos explosionaron y nacieron nuevas crías del insecto entre los excrementos. Los insectos palo son frecuentemente devorados por pájaros y los estómagos de las hembras están a menudo llenos de huevos, por lo que esta ruta - sostienen los autores - podría ser una vía potencial para ampliar su distribución geográfica hacia lugares donde no se pueden desplazar por su cuenta.
Para que se produzca este proceso se tienen que dar varias condiciones: que los huevos sean suficientemente fuertes como para pasar por el sistema digestivo del ave sin sufrir daño, las crías deben ser capaces de salir adelante por sí mismas y los huevos deben ser viables sin fertilización. Estas características se dan a la vez en el insecto palo, en el que muchas hembras son capaces de reproducirse por partenogénesis, en la que no necesitan fecundación de un macho, los huevos tienen una cubierta bastante resistente y las larvas pueden localizar plantas de las que alimentarse nada más nacer.
La estrategia podría expandir su hábitat hacia lugares donde no se pueden desplazar por sus propios medios
Uno de los aspectos que más interesa a los autores del descubrimiento es la semejanza de este medio de reproducción del insecto palo con el de las plantas cuyas semillas son transportadas muchos kilómetros por los pájaros que las devoran. En este caso, los insectos no buscan activamente ser devorados, pero dada su baja movilidad esta vía de reproducción podría expandir su hábitat de una forma que sería imposible por sus propios medios. De hecho, estas especies están distribuidas por muchas islas alejadas del continente, un asunto - el de la habilidad de las especies con poca movilidad para viajar largas distancias -que ya intrigó ya al propio Charles Darwin.
“Nuestro siguiente paso es analizar la estructura genética de estos insectos palo”, asegura Suetsugu. “Basándonos en esto nos gustaría investigar si estructuras similares a las de los insectos palo se pueden encontrar dentro de las rutas migratorias de las aves y si hay similitudes genéticas entre estos y las plantas que dependen de los pájaros para la distribución de sus semillas. Con estos resultados podrían conocer mejor cómo afecta esta estrategia a la distribución de estas especies y a su intercambio genético en la naturaleza.
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