Temperaturas máximas de -22 °C y mínimas de -83 °C con rachas de viento de hasta 35,4 km/h en el cráter Jezero”. Es uno de los partes meteorológicos elaborados en los últimos días a partir de los datos recogidos en la superficie marciana por el instrumento MEDA, a bordo del rover Perseverance. La información que recoja este dispositivo sobre la cantidad de polvo marciano y las turbulencias será esencial para decidir en qué momento se dan las mejores condiciones atmosféricas para los próximos vuelos del “helicóptero marciano” Ingenuity.
MEDA contiene un conjunto de sensores ambientales para registrar los niveles de polvo y seis variables atmosféricas: viento (velocidad y dirección), presión atmosférica, humedad relativa, temperatura del aire y del suelo e intensidad de la radiación (tanto procedente del Sol como del espacio). El instrumento se pone en funcionamiento cada hora, y después de registrar y almacenar los datos, se va a dormir para ahorrar energía. Esta rutina se realiza independientemente de las operaciones del rover, tanto si es de día como de noche.
Cuando se recibieron en la Tierra los primeros datos obtenidos por los sensores, el equipo de MEDA preparó el primer informe meteorológico del cráter Jezero en Marte. Los datos mostraron que la temperatura en la superficie marciana era de -20 °C cuando el instrumento comenzó a medir, y que la temperatura bajó a -25,6 °C en solo 30 minutos. “Fueron momentos de gran intensidad y emoción”, asegura José Antonio Rodríguez Manfredi, investigador del CAB e investigador principal de MEDA. “Nuestro instrumento funcionaba perfectamente, enviando sus primeros datos meteorológicos e imágenes desde la SkyCam”.
Un rastreador del aire marciano
La estación medioambiental MEDA, liderada por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), puede medir la temperatura a cuatro alturas diferentes: 0,84 metros, 1,45 metros y 40 metros, además de la temperatura superficial (a nivel de suelo). El instrumento cuenta con sensores en el cuerpo (0,84 m) y el mástil del rover (1,45 m) y un sensor infrarrojo capaz de medir la temperatura a casi 40 metros por encima del rover. MEDA también mide la intensidad de radiación cerca de la superficie, lo que servirá de gran ayuda para preparar las futuras misiones de exploración humana de Marte.
Estas tres estaciones permitirán una comprensión más profunda de los patrones climáticos marciano
Durante un año, los sensores de MEDA proporcionarán una valiosa información sobre los ciclos de temperatura, los flujos de calor, los ciclos de polvo y cómo las partículas de polvo interactúan con la radiación, lo que afectará tanto a la temperatura como al clima. También serán importantes las medidas de MEDA de la intensidad de la radiación solar, así como el estudio de las formaciones de nubes y los vientos locales, que podrían influir en el aterrizaje o lanzamiento de la futura misión Mars Sample Return, que traerá muestras de Marte a la Tierra. Además, los datos ayudarán a los ingenieros a planificar la preparación de los seres humanos y los hábitats, para hacer frente a las condiciones en Marte.
Tres estaciones medioambientales españolas
En el CAB se han desarrollado los instrumentos REMS, TWINS y MEDA, en Marte desde agosto de 2012, noviembre de 2018 y febrero de 2021, respectivamente. Con los nuevos informes meteorológicos de MEDA, los científicos dispondrán de datos atmosféricos de tres lugares diferentes en el planeta rojo, los tres liderados por investigadores españoles: el cráter Jezero, donde se encuentra el rover Perseverance con MEDA, el cráter Gale, donde se halla el rover Curiosity con REMS y Elysium Planitia, donde se encuentra la plataforma InSight con el instrumento TWINS. Este conjunto de tres estaciones medioambientales permitirá una comprensión más profunda de los patrones climáticos marcianos, que ayudará a modelar eventos y turbulencias atmosféricas que podrían influir en la planificación de futuras misiones.
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