El impacto del meteorito de Chicxulub que puso fin a la era Mesozoica, la era de los dinosaurios, ocurrió en primavera en el hemisferio norte, según sugiere un estudio publicado este miércoles en la revista Nature. El hallazgo ayuda a explicar el patrón de extinciones que se produjo y se suma a nuestra comprensión de este momento crucial en la historia de la Tierra.
Hace alrededor de 66 millones de años, un gran asteroide se estrelló contra lo que ahora es la Península de Yucatán en México, creando un evento de extinción masiva que mató al 76% de todas las especies, incluidos los dinosaurios no aviares, los pterosaurios y los amonites. Los estudios que analizan el momento de este evento se han centrado en escalas de tiempo milenarias, dejando desconocida la temporada del impacto.
Para resolver este problema, Melanie During y su equipo estudiaron los restos de esturiones y peces espátula que se alimentaban por filtración y que murieron en masa ese día. Se observaron distintos patrones de crecimiento tridimensionales dentro de los huesos fósiles bien conservados, lo que proporciona un registro del cambio estacional.
Combinados con los datos de isótopos de carbono, estos resultados sugieren que los peces murieron en la primavera del hemisferio norte.
Un meteorito en el peor momento
Los peces fueron encontrados en un depósito del Cretácico Superior en Dakota del Norte. Tenían restos de impacto alojados en sus branquias, pero no en ninguna parte más abajo del sistema digestivo, lo que sugiere una muerte casi instantánea que ocurrió cuando un seiche (agua continental sacudida por el impacto) desencadenado por el impacto provocó un repentino oleaje río arriba.
El impacto ocurrió en una etapa particularmente sensible para muchas especies
El momento de la primavera de este impacto catastrófico habría coincidido con una etapa particularmente sensible para las muchas especies del hemisferio norte que se reprodujeron y tuvieron descendencia en desarrollo durante la primavera. Los ecosistemas del hemisferio sur, que se vieron afectados durante el otoño, parecen haberse recuperado hasta el doble de rápido que los del hemisferio norte, señalan los autores.
Referencia: The Mesozoic terminated in boreal spring (Nature) DOI
10.1038/s41586-022-04446-1
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