El aumento observado en las llamadas a las líneas de ayuda de salud mental durante la primera ola de la pandemia de COVID-19 fue impulsado en gran medida por el miedo al virus en sí y la soledad resultante de las órdenes de quedarse en casa, en lugar de la violencia doméstica, la adicción o los pensamientos suicidas.
Es lo que se deduce de los resultados publicados este miércoles por un equipo de investigadores en la revista Nature a partir del análisis de datos de alrededor de ocho millones de llamadas a líneas de ayuda en todo el mundo, unos resultados que ilustran los conocimientos que se pueden obtener de estos datos para evaluar los problemas de salud mental pública.
Para el estudio, Marius Brülhart y su equipo examinaron alrededor de ocho millones de llamadas a 23 líneas de ayuda en 14 países europeos, Estados Unidos, China, Hong Kong, Israel y Líbano, realizadas entre 2019 y principios de 2021.
Los investigadores descubrieron que, en promedio, en las líneas de ayuda, el volumen de llamadas alcanzó un máximo de seis semanas después del brote inicial de la pandemia, superando los niveles prepandémicos en un 35%.
Miedo y soledad
El aumento se debió principalmente al miedo (incluido el miedo a la infección), la soledad y, más tarde en la pandemia, preocupaciones de salud física. Sin embargo, los problemas de relación, los problemas económicos, la violencia y las ideas suicidas eran menos frecuentes que antes de la pandemia.
Las llamadas por problemas económicos, violencia e ideas suicidas eran menos frecuentes que antes de la pandemia
Los autores sugieren que los problemas directamente relacionados con la pandemia parecen haber reemplazado, en lugar de exacerbar, las ansiedades subyacentes. Los autores también vieron que este patrón aparece tanto durante la primera ola como durante las siguientes olas de la pandemia de COVID-19.
Monitorear la salud mental pública es difícil porque los datos a menudo son poco frecuentes, especialmente en tiempos de crisis. Las llamadas a la línea de ayuda ofrecen una medida en tiempo real de los problemas de salud mental y son particularmente relevantes durante una pandemia, cuando el contacto cara a cara conlleva riesgos de infección y puede que no sea posible debido a las reglas de la permanencia en el hogar.
Un estudio del CIS publicado en marzo de 2021 indicaba que el 23,4% de los españoles reconocía haber sentido "mucho o bastante miedo" a morir por coronavirus durante la pandemia, un porcentaje que en noviembre de 2020 se elevaba hasta el 58,4%. Además, uno de cada tres españoles admitía haber llorado por la pandemia.
Referencia: Mental health concerns during the COVID-19 pandemic as revealed by helpline calls (Nature) | DOI 10.1038/s41586-021-04099-6
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