Ciencia

Lo que la mochila de un guerrero revela sobre la mayor batalla de la antigüedad

El equipamiento recién descubierto sugiere que estos guerreros de la Edad de Bronce cruzaron Europa hace 3.000 años para participar en la mayor batalla de su tiempo.

Hacia el año 1200 a.C., el valle del río Tollense, en Alemania, fue el escenario de la mayor batalla de la que se tiene constancia arqueológica en el mundo antiguo. Desde el año 1996, en un área pantanosa de 450 metros cuadrados en los alrededores del río, se han hallado más de 12.000 restos óseos de 140 individuos, junto a los cuerpos de sus caballos, sus armas y sus objetos de bronce. Las fracturas indican que se produjo un combate cuerpo a cuerpo y los expertos calculan que participaron al menos 4000 contendientes, de los que esperan encontrar al menos 750 cuerpos.

Ahora, en un trabajo publicado en la revista Antiquity, un equipo de investigadores revela el hallazgo de 31 objetos muy bien preservados en el fondo del río, incluyendo tres cilindros de bronce que parecen ser los cierres de un contenedor orgánico, lo que vendría a ser la mochila personal de uno de los guerreros caídos en combate en este lugar del norte de Europa. Y lo más interesante, la similitud de las herramientas y artefactos encontrados en su interior con los otros hallados en el sur de Europa sugieren, según los autores, que algunos de estos guerreros se desplazaron cientos de kilómetros para la gran batalla y que las sociedades habían alcanzado un grado de organización que permitían a los líderes de un grupo local movilizar a guerreros de tierras lejanas a pesar de que aún no existía una buena red de comunicaciones.

En la mochila había fragmentos de bronce, un cuchillo, un punzón y un pequeño cincel

“Es extremadamente raro encontrar una caja o una bolsa [como esta]”, explica el arqueólogo Thomas Terberger, en Science. “Alguien lo perdió allí”. Dentro de la mochila hay fragmentos cilíndricos de bronce, un cuchillo del mismo material, un punzón y un pequeño cincel. El revoltijo de herramientas recuerda, según los investigadores, a los efectos personales de un guerrero más que a un depósito ritual o un conjunto de provisiones. Todos los objetos parecen pertenecer a un mismo grupo, pero la bolsa de material orgánica se degradó y quedaron magníficamente conservados en el barro de esta zona del río.

Algunos de los huesos encontrados en el río Tollense, lugar de la batalla

Según el equipo de Tobias Uhlig, decenas de colecciones similares de fragmentos de bronce junto con las herramientas para tallarlos han sido encontrados en las tumbas de guerreros de alto estatus mucho más al sur, desde la zona norte de los Alpes al este de Francia, pero esta es la primera vez que se descubre un equipo similar tan al norte. Esta prueba se une a los análisis de radiocarbono realizados con anterioridad que ya indicaban que algunos de los huesos que aparecen en el campo de batalla del valle del río Tollense pertenecen a individuos que no crecieron en la zona.

“Esto demuestra que la gente se movía mucho más de lo que pensábamos”, asegura en Science el arqueólogo Helle Vandkilde, que no ha participado en el estudio. “La implicación podría ser que los objetos acompañaban a la gente en sus desplazamientos”. Todos los restos hallados en la zona, con una antigüedad de 3.000 años, parecen pertenecer a un mismo evento dramático cuyos detalles todavía son un misterio. Las esquirlas de bronce para ser talladas apuntan a hora una nueva posibilidad: que aquellos guerreros fueran portadores de las primeras monedas para intercambiar, lo que añadiría un punto de complejidad a aquella sociedad que ya se mataba a machetazos.

Referencia: Lost in combat? A scrap metal find from the Bronze Age battlefield site at Tollense (Antiquity) DOI 10.15184/aqy.2019.137

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