Cuando los investigadores del Warsaw Mummy Project (Proyecto de Momias de Varsovia) una de las momias de su colección en la máquina de rayos X pensaban que se trataba de un sacerdote del antiguo Egipto, que vivió alrededor del siglo I a. C. Sin embargo, nada más empezar el examen anatómico descubrieron con sorpresa que se trataba de una mujer y que en su interior tenía un feto de siete meses, un hecho que hasta ahora nunca se había documentado.
En un trabajo publicado en el Journal of Archaeological Science, el equipo de Wojciech Ejsmond describe los resultados del examen radiológico de esta momia, que pertenece a una colección polaca de 1856 comprada a un comerciante que atribuía su origen a las tumbas reales de Tebas, en el Alto Egipto. Como en el sarcófago había una inscripción con el nombre de un sacerdote varón, los investigadores esperaban encontrar los restos de un hombre, que hasta ahora no habían examinado mediante técnicas de imagen.
El cuerpo estaba cuidadosamente momificado, según relatan los autores de la investigación, envuelto en telas y acompañado de una serie de ricos amuletos. El examen más detallado indicó que la mujer murió entre los 20 y los 30 años de edad y que el hijo que albergaba en su interior estaba entre la semana 26 y la 30 de gestación. Este caso, subrayan, es el primero que se documenta jamás de una mujer gestante embalsamada perteneciente al Antiguo Egipto.
En opinión de los investigadores, este caso abre nuevas posibilidades de estudiar las características del embarazo y la interpretación que hacina los egipcios de esta situación dentro de su contexto religioso. “Nuestra primera sorpresa fue que no tenía pene, y que tenía pechos y pelo largo, y descubrimos que era una mujer embarazada”, asegura Marzena Ozarek-Szilke, antropóloga y coautora del estudio en The Guardian. “Cuando vimos un pequeño pie y después la pequeña mano, realmente nos quedamos muy impactados”.
Una momia misteriosa
Sobre la identidad de la mujer, nada se sabe. Su momia representa un buen ejemplo de las antiguas habilidades de embalsamamiento egipcio, lo que sugiere su alto estatus social, según los autores. El sarcófago en el que llegó a Varsovia en 1826 fue hecho en la región de Tebas para un sacerdote varón llamado Hor-Djehuty.
Su supuesto hallazgo en las tumbas reales en Tebas no puede ser probado, explica la nota de la Warsaw Mummy Project en redes, pero tampoco puede ser descartado en esta etapa de la investigación. Es posible que sólo sea una leyenda inventada para aumentar el precio de la momia, aseguran. Estos problemas aún no resueltos la convierten, según sus descubridores, en “la mujer misteriosa del Museo Nacional de Varsovia”.
Referencia: A pregnant ancient egyptian mummy from the 1st century BC (Journal of Archaeological Science)
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