Ciencia

El moscardón que hace pompas de saliva para refrescarse

Las conocidas moscas azules y verdes utilizan un método muy especial para bajar su temperatura: sacan parte de su fluido corporal al exterior y lo vuelven a meter para evacuar el calor.

La regulación de la temperatura es una de las tareas más importantes para mantenerse vivo. Los elefantes lo consiguen exponiendo parte de su sangre en unos enormes radiadores en forma de orejas, los perros sacan la lengua para intercambiar calor con el ambiente y nosotros exudamos agua para que refresque nuestra piel como si fuera la superficie de un botijo. Pero en materia de sacar el calor del cuerpo, los moscardones acaban de ganarse un puesto entre los más originales.

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Según un trabajo publicado este jueves en la revista Scientific Reports, las moscas de la familia de los califóridos (Calliphoridae), conocidos popularmente como moscardones, regulan su temperatura haciendo pompas de saliva que luego vuelven a ingerir tras dejar evaporar parte de su contenido. El equipo de Guilherme Gomes ha descubierto este curioso mecanismo observando y registrando minuciosamente el comportamiento de estos insectos, cuyo fluido corporal se enfría al sacarlo al exterior y volverlo a introducir.

Los autores del estudio también han visto que las moscas repiten más este comportamiento, que recuerda a alguien que hace pompas de chicle, cuando la temperatura del aire es moñas alto, lo que refuerza su hipótesis de que se trata de un mecanismo de enfriamiento. Sin embargo, los moscardones lo hacían con menos frecuencia cuando estaban muy activos, lo que les hace sospechar que necesitan aumentar su temperatura parta emprender el vuelo.

Solo es efectivo en animales pequeños, porque hay que expulsar una gran cantidad de saliva

Los investigadores también vieron que la estrategia perdía efectividad en ambientes con mayor humedad ambiental, dado que el índice de evaporación es menor, por lo que las moscas repiten la ceremonia con menos frecuencia. Gomes y su equipo creen que otros insectos pueden regular su temperatura de una forma similar, aunque piensan que solo es efectivo en animales pequeños, dada la necesidad de expulsar una cantidad de saliva suficientemente grande en proporción a su cuerpo.

Referencia: Droplet bubbling evaporatively cools a blowfly (Scientific Reports) DOI 10.1038/s41598-018-23670-2

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