Ciencia

La importancia de ser sarcástico

Investigadores de Harvard descubren que el sarcasmo potencia la creatividad tanto de quien lo realiza como de quien lo recibe. Y, aunque tiene ciertos riesgos, puede ser un elemento para mejorar la confianza entre las personas.

  • El actor Hugh Laurie en el papel del Dr. House, el rey del sarcasmo

En el año 2008, cuando Barack Obama llegó a la presidencia de los Estados Unidos, el diario satírico The Onion anunció en su portada que a un negro le habían dado el peor trabajo del país. Aunque el titular era aparentemente agresivo, contenía un doble juego de intenciones que aludía a la situación que se encontraba el nuevo inquilino de la Casa Blanca y al hecho histórico de tener el primer presidente negro en un país con problemas de discriminación racial. Y despertaba la carcajada.

Si el interlocutor lo interpreta literalmente, es posible que salte el conflicto

En la comunicación cotidiana, y aún más en internet, el lenguaje del sarcasmo se ha considerado siempre terreno pantanoso. Si el interlocutor no capta el sentido de lo que estamos diciendo y lo interpreta literalmente, es posible que salte el conflicto. Sin embargo, el equipo de Francesca Gino, de la Universidad de Harvard, ha encontrado que el sarcasmo puede tener beneficios psicológicos y despertar la creatividad de las personas.

Para el trabajo, el equipo de Gino reunió a una serie de voluntarios a los que asignó una serie de roles identificados como sarcástico, sincero o neutral. A continuación, se les hizo participar en una serie de conversaciones simuladas en las que expresaban algo sarcástico, sincero o neutral y recibían respuestas en cada uno de los tres tonos de manera aleatoria. Lo que vieron los científicos es que aquellos que utilizaban el sarcasmo rendían mejor en algunas pruebas. "Aquellos que estaba en el rol sarcástico actuaron mejor en las tareas creativas que el grupo de control", explica Adam Galinsky, coautor del estudio. "Esto sugiere que el sarcasmo tiene el potencial de catalizar la creatividad de las personas".

Los interlocutores deben superar la contradicción entre lo literal y el significado verdadero.

 "Para ser sarcástico o decodificar el sarcasmo, ambos, el emisor y el receptor deben superar la contradicción entre lo literal y el significado verdadero de la expresión", explica Gino. "Este es un proceso que activa y es facilitado por la abstracción, que a cambio promueve el pensamiento creativo". Lo interesante del trabajo es que hasta ahora se creía que esta "gimnasia del cerebro" se producía en los que se expresaban con sarcasmo, pero resulta que también afecta a quienes lo leen o escuchan. "De alguna manera", añade Galinsky, "es posible que la gente que sea de natural creativa tienda a utilizar el sarcasmo, de modo que es una consecuencia más que una causa de esta relación".

Aunque trabajos anteriores indicaban que el sarcasmo puede producir malentendidos y herir los egos de las personas, el equipo de Gino asegura que entre individuos que tienen suficiente confianza potencia las relaciones y mejora la creatividad del grupo, de modo que si se educa a la gente sobre este tipo de humor en el lugar de trabajo, aseguran, se podría utilizar para lograr grandes beneficios.

Un equipo de investigadores ha encontrado el área del cerebro que activa el sarcasmo

En otro trabajo reciente, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins localizaron la zona del cerebro responsable de procesar el sarcasmo. El estudio, publicado en la revista Neurocase, consistió en analizar los escáneres cerebrales de 24 pacientes que habían sufrido un infarto cerebral y que, según sus familiares, habían dejado de entender las bromas con doble sentido o los sarcasmos.

Durante el estudio, los pacientes escuchaban una serie de afirmaciones sarcásticas mientras los científicos registraban su actividad cerebral. El resultado indicó que aquellos que tenían dañado el estrato sagital del hemisferio derecho solo identificaban el 22% de las afirmaciones sarcásticas, mientras que la población general identificamos un 90%. Esta zona del cerebro conecta la corteza frontal (responsable de la toma de decisiones) con el tálamo (que procesa la información auditiva y visual), de modo que un problema de comunicación entre ambas explicaría por qué estas personas son incapaces de pillar el doble sentido de un sarcasmo.

Referencias: The highest form of intelligence: Sarcasm increases creativity for both expressers and recipients (Organizational Behavior and Human Decision Processes) doi:10.1016/j.obhdp.2015.07.001 | White matter tracts critical for recognition of sarcasm (Neurocase) DOI: 10.1080/13554794.2015.1024137

Para saber más: Lo que dice la neurociencia sobre los límites del humor (Next)

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