Ciencia

La OMS alerta sobre las personas más vulnerables de sufrir un infarto: la probabilidad es tres veces mayor

La entidad ha recalcado que las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculopatías, los distintos tipos de cáncer, causan el 75% de las defunciones en el mundo

Los problemas cardiovasculares siguen siendo la asignatura pendiente de la sanidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto el foco en la relación directa que hay entre los casos de infarto de miocardio y cáncer en aquellas personas que están expuestas por un desastre o catástrofe, como es el caso de conflictos bélicos. Una realidad de la que se habla de pasadas y que se centra el foco en las muertes provocadas por los disparos y las consecuencias directas de la guerra; sin embargo, la inclusión de la atención a las enfermedades no transmisibles en la respuesta a las emergencias humanitarias ayudará a salvar más vidas.

Una realidad que los propios datos avalan. El número de personas que perdieron la vida por un ataque cardíaco en España ascendió a 13.463 en el año 2021. El infarto de miocardio implica la muerte de las células cardíacas provocada por la isquemia resultante del desequilibrio entre la demanda y el aporte de riego sanguíneo por la circulación coronaria.

No solo eso, sino que en la Unión Europea se diagnostican más de 6 millones de casos nuevos de enfermedades cardiovasculares y más de 1.7 millones de personas fallecen a causa de enfermedades del sistema circulatorio. Casi el 50% de estos fallecimientos, además, afectan a personas de 30 a 70 años de edad. Unas estadísticas que dejan en claro que los problemas relacionados con el corazón son una de las enfermedades que más muertes registra en su lista particular a lo largo de un año.

"Las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculopatías, los distintos tipos de cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, causan el 75% de las defunciones en el mundo. Se sabe que las personas que viven bajo emergencias humanitarias corren más riesgo de sufrir las consecuencias graves de estas enfermedades y, según los cálculos, la probabilidad de padecer un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular es tres veces mayor tras haber sido afectado por un desastre o catástrofe. Sin embargo, las actividades de preparación y respuesta frente a las emergencias humanitarias se suelen centrar en las necesidades más inmediatas y, habitualmente, no tienen en cuenta la atención y el tratamiento de las personas con esas enfermedades", explica la OMS.

La OMS recalca la importancia de hacer frente a los problemas cardiovasculares

¿Es realmente preocupante la cuestión de los problemas cardiovasculares y casos de cáncer en situaciones desastre o catástrofe? Según los datos de la OMS, el aumento es considerable en las personas que se encuentran expuestos a conflictos bélicos. Por ello, la entidad recalca la importancia de integrar sistema sanitario en las zonas más vulnerables para hacer frente a las enfermedades no transmisibles.

La OMS asevera que estos casos han incrementado en los últimos años sobre todo por la escasez de recursos y de alimentos: "En los años recientes, las emergencias humanitarias han ganado en complejidad e interconexión. El hambre y la escasez de productos básicos exacerban los conflictos geopolíticos, la degradación del medio ambiente y el cambio climático, fenómenos que, a su vez, dan lugar a un aumento de la frecuencia y la gravedad de los desastres naturales".

Para hacer frente a esta oleada de casos de problemas cardiovasculares y casos de cáncer provocados por catástrofes, la OMS ha puesto en marcha un paquete de medidas para hacer frente a este aumento. Desde la entidad se lleva repartiendo un total de 142.000 botiquines a aquellos países que se ven afectados por una crisis humanitaria. Dichos equipos cuentan con lo necesario para "tratar estas enfermedades, por ejemplo, la diabetes, la hipertensión y el asma, y también se han enviado otros medicamentos".

Estas ayudas se traducen en un total de 10.000 personas que han podido ser atendidas gracias a los botiquines de la OMS en tan solo tres meses. A pesar de estas buenas noticias, el paradigma que se plantea desde la entidad sigue siendo uno de los frentes abiertos de las entidades internacionales, sobre todo en la población de Gaza, Sudán del Sur y Ucrania, entre otros territorios.

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