Hace 365 millones de años los trilobites se movían por el fondo de los océanos en disciplinadas filas de a uno y enganchados unos a otros. El hallazgo, publicado en la revista Palaeontology por un equipo de investigadores polacos, supone el registro más antiguo de este tipo de comportamiento que hoy día mantienen algunas especies de artrópodos como las langostas.
Se encontraron 78 filas de fósiles y cada una contenía hasta 19 de estos animales
El trabajo se basa en el análisis de 78 filas de trilobites fosilizados encontrados en un yacimiento de las montañas de la Santa Cruz, en Polonia. Cada una de las filas contenía los restos de hasta 19 de estos animales, que parecían seguirse unos a otros disciplinadamente hacia algún destino indeterminado. Los fósiles aparecen en ocasiones tocándose y otras veces unos encima de otros, lo que sugiere que utilizaban una combinación de contacto y señales químicas para permanecer en la fila.
En el caso de las langostas, por ejemplo, se sabe que utilizan un pequeño rastro de orina para seguirse el rastro unas a otras y realizan esta migración para aparearse. En el caso de los trilobites, los autores sospechan que podría ser el primer caso de utilización de pruebas químico-sensoriales, aunque se desconoce el mecanismo que utilizaban y cuál era el destino último de estas misteriosas filas en el fondo de los primeros océanos.
Referencia: Ancient animal migration: a case study of eyeless, dimorphic Devonian trilobites from Poland (Palentology) | Vía: Science
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