La sonda Philae, el módulo de aterrizaje de la nave Rosetta, de la ESA, se ha despertado tras siete meses en hibernación sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Las señales han sido recibidas en el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, a las 22:28 CEST del 13 de junio. Se han analizado más de 300 paquetes de datos por los equipos en el Centro de Control de Philae, en el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).
Durante 85 segundos Philae habló con los equipos en tierra.
"Philae lo está haciendo muy bien: tiene una temperatura de funcionamiento de 35º y 24 watios disponibles”, explica el Jefe de Misión de Philae de DLR, Stephan Ulamec. “Philae está listo para operar”.
Durante 85 segundos Philae habló con los equipos en tierra, vía Rosetta, en su primer contacto desde entrar en hibernación, en noviembre.
Tras analizar los datos se ha visto, además, que Philae debe llevar cierto tiempo despierta: “También hemos recibido datos históricos. Pero hasta ahora el módulo de aterrizaje no había sido capaz de contactarnos antes”.
Ahora los científicos esperan al próximo contacto. Aún hay más de 8000 paquetes de datos en la memoria de Philae, lo que proporcionará al equipo de DLR información sobre lo que le ocurrió a la sonda estos días pasados, en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Philae entró en modo hibernación en noviembre de 2014 a la 1:15 CET tras funcionar sobre el cometa durante 60 horas. Desde el 12 de marzo de 2015 la unidad de comunicación a bordo de Rosetta estaba encendida, a la escucha de la señal de la sonda.
Fuente: ESA
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