Hagamos un experimento. Antes de continuar leyendo cierre los ojos y céntrese en las sensaciones que le llegan de su mano derecha. Sin necesidad de mirar, usted sabe perfectamente qué posición ocupa en el espacio y si la tiene abierta o cerrada. Hoy por hoy, una persona con una prótesis robótica no puede hacer lo mismo, puesto que no le llegan sensaciones del brazo o pierna protésica y para manejarlas tiene siempre que observar sus movimientos. Pero el equipo de Paul Marasco acaba de desarrollar una estrategia que podría cambiar la naturaleza de estos dispositivos a partir de ahora.
Los pacientes saben lo que la prótesis está haciendo en ese momento y sin necesidad de mirar
En un trabajo publicado este miércoles en la revista Science Translational Medicine, Marasco y su equipo detallan las pruebas realizadas con un grupo de seis pacientes amputados que previamente habían sido sometidos a una operación de reinervación, que permite conectar los nervios seccionados a los músculos del miembro amputado y establecer una conexión directa con la prótesis. Con una nueva disposición de estas conexiones, los autores eran capaces de hacer vibrar determinados músculos del paciente cuando este abría o cerraba la mano biónica, de modo que se generaba una sensación ilusoria de movimiento que ofrece información sobre lo que la prótesis está haciendo en ese momento y sin necesidad de mirar.
VIDEO
En los vídeos proporcionados por Marasco y su equipo se observa a una de las pacientes manejar la prótesis robótica con los ojos vendados y revelar, mediante la mano que le queda, las sensaciones que está teniendo en cada momento, sobre si la mano está abierta o cerrada. Este pequeño cambio, y esta capacidad de aportar un ‘feedback’ sensorial sobre los movimientos de la prótesis otorga una mayor capacidad de manejo y precisión en los movimientos, ya que el cerebro tiene tiempo de hacer ajustes y evitar errores. “Restableciendo la sensación intuitiva de movimiento del miembro amputado - la sensación de abrir y cerrar la mano - somos capaces de borrar las líneas entre lo que el cerebro del paciente percibe como el ‘yo’ y lo que percibe como la ‘máquina’”, explica Marasco. “Estos resultados tienen importantes implicaciones para mejorar las interacciones humano-máquina y acercarnos todavía más a la posibilidad de restaurar el movimiento natural de un brazo en personas amputadas”.
“Somos capaces de borrar las líneas entre lo que el cerebro percibe como el ‘yo’ y lo que percibe como la máquina”
“Cuando haces un movimiento y sientes lo que ocurre”, insiste Marasco, “sabes intrínsecamente que eres el autor de ese movimiento y tienes una sensación de control o ‘agencia’ sobre tus acciones. Las personas que han sufrido una amputación pierden esa sensación de control, lo que les hace sentir frustrados y desconectados de sus prótesis. Las ilusiones que nosotros generamos restauran la sensación de movimiento y su sensación de agencia sobre las prótesis. Esto ayuda a las personas amputadas a sentir un mayor control” . Los autores esperan ahora extender esta técnica a prótesis de piernas y explorar la posibilidad de ayudar a personas que han perdido la capacidad de sentir los movimientos después de un infarto cerebral. “El objetivo último de nuestra investigación es usar la sensación de movimiento para optimizar la relación entre los pacientes y su tecnología”, concluye Marasco, “para integrar mejor sus prótesis como una parte natural de sí mismos”.
Referencia: Illusory movement perception improves motor control for prosthetic hands (Science Translational Medicine)
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