Vivir más y mejor pasa casi necesariamente por comer menos. En la última década numerosos grupos científicos han ensayado en animales la llamada restricción calórica, una estrategia consistente en reducir la ingesta de alimentos para observar los efectos sobre el metabolismo. Todos estos estudios indicaban claramente que el estrés oxidativo se reducía en tejidos y órganos de los animales, con lo que se reducía el riesgo de enfermedades degenerarías y se alargaba la vida. El problema era que aún no había pruebas ni estudios concluyentes en humanos, pero el equipo de la investigadora Leanne M. Redman acaba de publicar las primeras pruebas significativas en un ensayo clínico con personas.
Los voluntarios perdieron una media de 9 kilos y se sentían mejor en general
En un trabajo publicado este jueves en la revista Cell Metabolism, el equipo de Redman describe un experimento realizado durante dos los con un grupo de 53 voluntarios a los que redujeron la ingesta calórica en un 15 por ciento y cuyos metabolitos analizaron de forma isotópica cada dos semanas. El resultado fue que estas personas, además de perder una media de 9 kilos (que no era parte del objetivo porque no se trataba de una dieta), experimentaron un descenso del estrés oxidativo en las células de su organismo, lo que en experimentos anteriores se ha mostrado como un factor determinante en el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad como el párkinson o el alzhéimer.
ESQUEMA
“Bajar la ingesta de calorías puede ralentizar tu metabolismo basal y, si los productos de ese metabolismo aceleran el proceso de envejecimiento, la restricción calórica mantenida a los largo de los años puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas y alargar la vida”, asegura Redman. El ensayo, bautizado como CALERIE (el acrónimo en inglés de Evaluación comprensiva de los efectos a largo plazo de la reducción del aporte de energía) es es el primer ensayo controlado y aleatorizado de los efectos de la restricción calórica en humanos no obesos.
Se trata del primer ensayo controlado y aleatorizado de los efectos de la restricción calórica en humanos no obesos
Los voluntarios, hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 21 y los 50 años, no experimentaron ningún efecto adverso como consecuencia del procedimiento, como anemia, perdida de masa ósea o desórdenes menstruales. De hecho, apuntan los autores, los dos ensayos produjeron mejoras en el estado de humor general y la salud relacionada con la calidad de vida. “Hemos visto que incluso las personas que ya eran saludables y delgadas se pueden beneficiar de un régimen de restricción calórica”, indica Redman. Y de paso, concluye, el resultado refuerza las teorías que vinculan el metabolismo bajo con una mayor longevidad y la teoría del daño oxidativo.
Referencia: Metabolic Slowing and Reduced Oxidative Damage with Sustained Caloric Restriction Support the Rate of Living and Oxidative Damage Theories of Aging (Cell Metabolism) | DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.cmet.2018.02.019
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