La próxima generación de robots podría estar fabricada con una combinación de chips y células vivas. El último avance en este terreno ha sido presentado este jueves por el equipo de Sung-Jin Park en la revista Science, quienes han diseñado una manta raya robótica que funciona con células cardiacas de rata que responden a los estímulos de la luz.
El sistema funciona con células cardiacas de rata que responden a los estímulos de la luz
Una de las claves del dispositivo está en el miniesqueleto de oro de carga neutra que permite reproducir la forma plana de la manta raya mediante una serie de polímeros. Sobre esta estructura, los autores han colocado estratégicamente una serie de cardiomiocitos (células cardiacas musculares) de rata que se contraen cuando son estimuladas y provocan el movimiento de las aletas. Estas células han sido modificadas a su vez genéticamente para responder a la luz, de modo que los ingenieros pueden controlar los movimientos mediante pulsos luminosos.
https://youtube.com/watch?v=cMMi7RDJfXg
Los creadores de este nuevo robot muestran en una serie de vídeos como pueden controlar el movimiento de la manta raya mediante diferentes frecuencias de luz, ya sea para aumentar la velocidad o para dirigir los giros a izquierda y derecha. El sistema es suficientemente eficiente como para dirigir al robot a través de un pequeño circuito con obstáculos. El robot dispone de 200.000 células de rata, mide 16 milímetros de largo y apenas pesa 10 mg. Sus creadores creen que esta mezcla de tejidos vivos y circuitos inaugura una nueva forma de fabricar robots bioinspirados.
Referencia: Phototactic guidance of a tissue-engineered soft-robotic ray (Science)
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