Ciencia

El primer robot blando autónomo tiene forma de pulpo

La técnica, basada en una combinación de química, electrónica e impresión 3D, puede revolucionar la fabricación de dispositivos autónomos.

La carrera para construir el primer robot blando capaz de actuar de manera autónoma tiene un firme candidato a ganador. El equipo de Jennifer Lewis presenta este miércoles en la revista Nature un prototipo llamado Octobot que está compuesto enteramente de materiales blandos y se 'alimenta' de una reacción química que permite sus movimientos.

El robot obtiene oxígeno a partir de una fuente de peróxido de hidrógeno

Los robots blandos tienen la ventaja de poder adaptarse a los entornos naturales de manera más sencilla que los robots rígidos, pero la principal dificultad a la hora de diseñarlos está en la fuente de alimentación en el momento en que necesitemos baterías o cables, el sistema pierde flexibilidad. La estrategia de Lewis para diseñar su Octobot ha sido utilizar impresión 3D y diseñar un minicircuito en el que se regula una reacción química: el sistema obtiene oxígeno a partir de una fuente de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) mediante unos catalizadores de platino cuidadosamente colocados.

El cuerpo del robot tiene ocho patas neumáticas que se mueven gracias al gas producido en la reacción y tiene una autonomía de entre cuatro y ocho minutos. Los autores creen que aumentar esta autonomía y capacidad de maniobra será sencillo, mejorando el diseño de los componentes internos y el sistema de alimentación. Aunque es solo un prototipo, Lewis y su equipo creen que este método de fabricación dará lugar a una generación completamente nueva de robots blandos capaces de realizar tareas cada vez más complejas.

Referencia: An integrated design and fabrication strategy for entirely soft, autonomous robots (Nature) DOI 10.1038/nature19100

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