El 12 de noviembre de 2014, cuando el pequeño módulo Philae tomó contacto con la superficie del cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko completó un hito histórico en la exploración espacial: por primera vez una nave humana se posaba sobre un cometa en órbita del Sol y se disponía a tomar muestras de su superficie. Pero algo no salió como esperaban los científicos. El sistema de retropropulsión por gas para amortiguar el contacto falló y Philae rebotó varias veces sobre el cometa hasta quedar en algún lugar desconocido a la espera de mandar señales a la Tierra.
Casi dos años después, los miembros del programa Rosetta han localizado por fin a la pequeña sonda cuando la misión está a punto de finalizar. En una serie de imágenes tomadas el 2 de septiembre por la cámara de ángulo estrecho de OSIRIS se aprecia claramente el cuerpo principal del módulo de aterrizaje Philae, junto a dos de sus tres patas. Hasta hoy, no se conocía la ubicación precisa de Philae y los científicos han pasado meses rastreando fotografías de alta definición tomadas por la sonda Rosetta en su busca. El descubrimiento llega a menos de un mes antes de que Rosetta descienda a la superficie del cometa.
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