Ciencia

Tenemos partículas de magnetita en el cerebro procedentes del ambiente

Un equipo de científicos encuentra nanosferas de este material alojadas en el cerebro y sospechan que entran al sistema nervioso al respirar en ambientes urbanos.

Hasta hace muy poco se creía que las nanopartículas de magnetita que se encuentran de vez en cuando en el cerebro se formaban en el sistema nervioso por algún proceso metabólico. Pero el equipo de Barbara Maher ha descubierto que existen otras nanoesferas de magnetita más abundantes que las primeras y que podrían proceder de la contaminación atmosférica.

Los autores han encontrado abundantes partículas magnéticas en la corteza frontal de 37 individuos

En un trabajo publicado en la revista PNAS, Maher y su equipo han encontrado abundantes partículas magnéticas en la corteza frontal de 37 individuos con edades comprendidas entre los 3 y los 92 años. El análisis espectroscópico de las partículas indica que se trata de magnetita, un mineral implicado en la producción de algunas especies químicas reactivas al oxígeno  que se asocian a enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

A diferencia de la magnetita que se forma de manera endógena en el cerebro, estas partículas son esféricas, con diámetros de hasta 150 nanómetros y presentan superficies fundidas características de la formación a alta temperatura. Las esferas aparecen acompañadas a menudo de nanopartículas de metales de transición como platino, níquel y cobalto.

Las partículas son suficientemente pequeñas como para entrar en el cerebro a través del nervio olfatorio

¿De dónde proceden estas misteriosas partículas magnéticas de la corteza cerebral? Los autores del estudio recalcan el parecido de estas nanoesferas con las que abundan en el aire de los ambientes urbanos, especialmente junto a carreteras, que se forman por la combustión y el calor por rozamiento. Las partículas con un tamaño inferior a 200 nm son suficientemente pequeñas como para entrar en el cerebro a través del nervio olfatorio, recalcan. En su opinión, el resultado sugiere que esta magnetita del ambiente puede entrar en el cerebro humano y suponer un riesgo para la salud.

Referencia: Magnetite pollution nanoparticles in the human brain (PNAS)

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