Ciencia

Sorpresa: los chimpancés no son colaborativos

Un equipo de investigadores demuestra que estos primates no ayudan a los otros desinteresadamente como se creía hasta ahora y que los experimentos que lo demostraban estaban mal diseñados.

Si creía que los chimpancés eran unos seres amables, dispuestos a ayudar a sus congéneres y que tenían en común con los humanos esa capacidad para empatizar con el grupo, se equivocaba. Pero no se preocupe, porque los científicos que investigan el tema estaban tan equivocados como usted, porque los experimentos para ponerlo a prueba estaban mal diseñados.

Esta es la revolucionaria afirmación que hace el equipo de Claudio Tennie y Keith Jensen en un artículo publicado este martes en Nature Communications y en el que los autores describen una serie de experimentos con 13 chimpancés del santuario de Ngamba, en Uganda, a los que sometía a diferentes pruebas. En general, la dinámica del test consistía en permitir a los animales quitar un pequeño cerrojo de una caja de comida con distintas consecuencias. En la primera situación, seis chimpancés podían abrir la caja y esto proporcionaba comida a sus chimpancés amigos de manera visible. Para los otros siete chimpancés, la misma acción bloqueaba el acceso a la comida de los otros simios.

Los experimentos anteriores generaban la ilusión de que estos primates son colaborativos como los humanos.

A pesar de que los 13 chimpancés podían ver si sus acciones beneficiaban o perjudicaban a sus compañeros, ninguno de ellos modificó su comportamiento. Es más, cuando quitar el pestillo les daba beneficio a ellos mismos entonces sí lo movía, pero si daba beneficio a otros y a ellos no, entonces ni siquiera se molestaban. Con estos resultados, y tomando los datos en conjunto, los autores aseguran que las pruebas anteriores sobre el comportamiento social de los chimpancés podría ser producto de experimentos mal diseñados y haber generado la ilusión de que estos primates son colaborativos como los humanos.

 "Se ha sugerido la interesante idea de que las raíces del altruismo humano se extiende al menos hasta nuestro ancestro común con los chimpancés", explica Jensen. "Sin embargo, los resultados de este estudio desafían esa visión. La "ayuda" puede haber surgido en los estudios anterior como resultado de tareas interesadas". Para Tennie, queda claro que "aunque los chimpancés entendían claramente las consecuencias de sus acciones, permanecieron indiferentes a las consecuencias que sus acciones podían tener en los otros". "Si esto es verdad", asegura, "significaría que el comportamiento prosocial se desarrolló más tarde en la evolución, después de que nos separáramos de los otros primates".

Referencia: The Nature of Prosociality in Chimpanzees (Nature Communications) DOI 10.1038/ncomms13915

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