Ciencia

Por qué la tabla periódica es una de las mayores creaciones de la humanidad

El químico y divulgador científico Daniel Torregrosa analiza la trascendencia del 150 aniversario de la tabla de los elementos.

Piedra Rosetta de la naturaleza, alfabeto de la química, listado de los ingredientes del universo… La tabla periódica de los elementos es, sin duda alguna, uno de los iconos más reconocibles de la ciencia.

La hemos visto en pósteres, alfombrillas de ratón, libretas, camisetas y murales; le han dedicado canciones y poemas; y con el título Mi tabla periódica, el desaparecido neurólogo Oliver Sacks publicó en julio de 2015, en The New York Times, uno de los escritos más bellos y emotivos que he leído nunca. Un artículo, que termina con estas palabras:

«Es casi seguro que no seré testigo de mi cumpleaños de polonio (el elemento 84), ni tampoco querría tener polonio cerca de mí, con su radiactividad intensa y asesina. Pero en el otro extremo de mi mesa —de mi tabla periódica— tengo un bonito trozo de berilio (elemento 4) elaborado mecánicamente para que me recuerde mi infancia y lo mucho que hace que empezó mi vida, que está a punto de acabar.»

Celebramos este año 2019 como el Año Internacional de la Tabla Periódica, por iniciativa de las Naciones Unidas, coincidiendo con el 150 aniversario de primer esbozo de ordenación de los elementos químicos por el químico ruso Dmitri Ivanovich Mendeléyev.

En marzo de 1869, Mendeléyev presenta a la Sociedad Química Rusa una ordenación de los 63 elementos químicos que se conocían en su época, con la forma de una tabla. Una lista prácticamente desordenada de elementos se convertía en una tabla ordenada donde, y este es uno de los mayores logros del químico ruso, dejó huecos para elementos aún no descubiertos con descripción de sus propiedades.

El aspecto de la tabla original de Mendeléyev era bien distinto de la imagen actual que todos conocemos, la de Horace Grove Deming, la versión estándar, aunque hay centenares de representaciones de todo tipo y para todos los gustos.

Más allá del valor icónico de la tabla periódica o como instrumento de enseñanza de la química, una buena parte de su importancia se puso en valor con el surgimiento de la mecánica cuántica a principio del siglo XX, con el estudio de la estructura del átomo. Lejos de desterrarla como algo obsoleto, como ha ocurrido con tantos descubrimientos del pasado, la nueva física atómica moderna la reforzó y resolvió alguna de sus lagunas.

En la tabla contemplamos los ladrillos que componen la materia que nos rodea y de la que estamos hechos

Disfrutemos de la contemplación de la tabla periódica, de su belleza y significado. No olvidemos que, en cualquier caso, estaremos también contemplando los ladrillos que componen la materia que nos rodea y de la que estamos hechos. Una materia forjada en los orígenes del universo o en lejanas estrellas, hace miles de millones de años.

Como dijo Carl Sagan, no somos más que sustancia estelar que medita sobre las estrellas.

* Daniel Torregrosa es químico y divulgador científico. Autor de 'Del mito al laboratorio. La inspiración de la mitología en la ciencia'

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