Ciencia

El secreto de la isla que sube y baja

Un equipo de geólogos documenta por primera vez los movimientos de una isla sobre una zona de subducción durante un periodo de 175 años. En este tiempo, el terreno se elevó tres metros, descendió 1,5 y volvió a elevarse casi dos metros durante el terremoto de 2010.

Darwin presenció y documentó la primera elevación de la isla en 1835.

El 20 de febrero de 1835, durante el segundo viaje del Beagle, Charles Darwin y el capitán Robert FitzRoy se encontraban en Valdivia, Chile, cuando les sorprendió un violento terremoto. Unas horas después el barco puso rumbo a la región donde había habido más impacto y en la isla Santa María, frente a las costas de Concepción, FitzRoy observó que en el litoral había grandes capas de mejillones, lapas y algas recientemente muertas que quedaban por encima del agua incluso con la marea alta. Ambos interpretaron aquello como las "pruebas de que la tierra se había elevado" y calcularon que la isla había emergido entre 2,4 y 3 metros después del seísmo.

El 27 de febrero de 2010, 175 años después del primer suceso, una parte de la  fosa de Perú-Chile bajo la isla de Santa María se rompió de nuevo y produjo un violento terremoto de magnitud 8,8 que dejó 800 muertos y miles de casas destruidas. En esta ocasión, la isla volvió a elevarse sobre el mar, esta vez 1.8 metros, hasta el punto de dejar inservible la zona que se había utilizado tradicionalmente como puerto (ver foto superior). Por un golpe de fortuna, resultó que un grupo de científicos había estado tomando medidas de la costa y mediciones batimétricas solo seis semanas antes, de modo que los geólogos tenían una oportunidad única para comparar los datos del registro histórico.

Elevación y hundimiento de la isla en 175 años (Wesson et al.)

El equipo de Robert Wesson publica esta semana en la revista Nature Geoscience el resultado de ese estudio comparativo y presentan la medición más precisa de un movimiento vertical de este tipo hasta la fecha. En las zonas donde dos placas se juntan, como aquí, la tensión se acumula durante décadas o siglos hasta que una se desliza debajo de la otra y la energía se libera en forma de terremoto. Los geólogos conocen que en estos procesos la tierra se eleva y se vuelve a bajar de forma cíclica, pero esta medición les proporciona datos nuevos y alguna que otra sorpresa. El ritmo al que se produce el descenso del terreno, por ejemplo, no es linear como se creía y se estima que de un 10 a un 20% de la elevación del terreno se queda de forma permanente.

En el caso concreto de la isla Santa María, la tierra no empezó a descender hasta 1886 muchos años después del primer terremoto. Los datos también apuntan a que estos cambios son más frecuentes de lo que se creía (como demuestra otro trabajo reciente sobre arrecifes en Sumatra). Los autores del trabajo también creen que esta información puede ayudar para diseñar sistemas de predicción de fuertes terremotos en función de los ciclos y de la tensión entre las placas.

Referencia: Vertical deformation through a complete seismic cycle at Isla Santa María, Chile (Nature Geoscience) DOI 10.1038/ngeo2468  

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