La exploración espacial ha alcanzado un nuevo hito con el reciente anuncio de la NASA. El robot rover Perseverance, durante su misión en el cráter Jezero, ha detectado una roca bautizada como “Cheyava Falls" que presenta características que sugieren la posible existencia de vida microbiana en Marte hace miles de millones de años.
Una roca llena de misterios
La roca, con su distintiva forma de punta de flecha y repleta de vetas, ha cautivado a los investigadores. Según la NASA, esta muestra geológica posee cualidades "fascinantes" que podrían estar relacionadas con la pregunta fundamental de si Marte albergó alguna vez vida microbiana.
Los instrumentos a bordo del rover han revelado que la roca presenta una composición química y estructuras que encajan con el perfil de un posible indicador de vida antigua. Estas características sugieren que la roca se formó hace miles de millones de años, en un momento en que la región estaba inundada de agua.
Un viaje al pasado de Marte
La roca, catalogada como la muestra número 22 del rover, fue recolectada durante la exploración del borde norte de Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial tallado por el agua que fluía hacia el cráter Jezero. Este sitio fue seleccionado estratégicamente debido a su potencial para albergar muestras científicas de gran interés.
"Diseñamos la ruta de Perseverance para asegurarnos de que llegue a zonas con potencial para obtener muestras científicas interesantes", afirma Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington. Y, sin duda, este viaje por el lecho del río Neretva Vallis "valió la pena", ya que el equipo encontró algo nunca antes visto, lo que les proporcionará un sinfín de horas de estudio. "Cheyava Falls es la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante que Perseverance ha investigado hasta ahora", dijo Ken Farley, científico del proyecto Perseverance de Caltech en Pasadena.
Compuestos orgánicos y manchas misteriosas
El instrumento SHERLOC del rover ha detectado la presencia de compuestos orgánicos en la roca "Cheyava Falls". Si bien estas moléculas basadas en carbono son consideradas los componentes básicos de la vida, también pueden formarse a través de procesos no biológicos.
La roca, de aproximadamente un metro por 0,6 metros, presenta un aspecto visualmente llamativo. A lo largo de su superficie se extienden grandes vetas blancas de sulfato de calcio, entre las cuales se observan bandas rojizas que sugieren la presencia de hematita, un mineral que otorga a Marte su característico tono oxidado.
Sin embargo, lo más intrigante son las docenas de manchas blanquecinas de forma irregular y tamaño milimétrico que se encuentran dispersas por la superficie de la roca. Estas manchas están rodeadas de halos negros que contienen hierro y fosfato, según los análisis del instrumento PIXL del rover.
En la Tierra, este tipo de características en las rocas suelen asociarse con el registro fosilizado de microbios que habitaban el subsuelo. Se cree que estas manchas se forman cuando las reacciones químicas que involucran la hematita provocan un cambio de color en la roca, de rojo a blanco. Estas reacciones también liberan hierro y fosfato, lo que podría crear los halos negros. En nuestro planeta, estos procesos suelen estar vinculados a la actividad microbiana, ya que los microbios pueden utilizar estas reacciones como fuente de energía.
Un posible escenario
Los científicos plantean un escenario en el que la roca "Cheyava Falls" se formó inicialmente como lodo rico en compuestos orgánicos. Posteriormente, un segundo flujo de fluido penetró en las fisuras de la roca, depositando minerales y creando las vetas blancas de sulfato de calcio. Finalmente, se formaron las manchas características, posiblemente como resultado de la actividad microbiana.
El camino hacia las respuestas
Si bien este descubrimiento es sumamente emocionante, es importante destacar que se requieren más investigaciones para determinar si la vida antigua es la explicación más plausible para las características observadas en la roca. Los científicos continuarán analizando los datos recopilados por el rover Perseverance y llevarán a cabo experimentos en la Tierra para tratar de reproducir las condiciones que dieron lugar a estas formaciones.
La búsqueda de vida en Marte es un viaje lleno de desafíos y el hallazgo de esta nueva roca nos acerca un paso más a desvelar los misterios del planeta rojo y a responder una de las preguntas más fundamentales de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?